El manifiesto lo promueve el Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), una asociación científica sin ánimo de lucro que aglutina a expertos en salud.
Fuentes del CAPS han señalado a Efe que al manifiesto –que se puede leer en su web– se han sumado casi 8.200 personas, la mayoría profesionales sanitarios, que piden que se interrumpa la vacunación para hacer un seguimiento de las posibles reacciones adversas que se han producido y abrir un debate transparente y riguroso sobre esta cuestión.