La Aemps desaconseja la adquisición de este tipo de aparatos sin valoración previa de un médico especialista, tras tener conocimiento en los últimos meses a través de distintas Comunidades Autónomas y de particulares, de cómo se están comercializando distintas marcas y modelos a través de redes de venta establecidas por todo el territorio nacional.
Estas prácticas consisten en llamadas telefónicas, tipo operadora, a los domicilios de particulares –principalmente personas mayores o discapacitadas–, a los que ofertan técnicas de magnetoterapia para el tratamiento de patologías.
Entre ellas, lesiones o enfermedades agudas o crónicas así como beneficios de mejora del rendimiento físico o intelectual o, incluso, para la eliminación de arrugas.
En muchos casos presentan la magnetoterapia como recomendada por el Ministerio de Sanidad por carecer de los efectos perjudiciales de los medicamentos.
Una vez efectuada la llamada, se concierta una cita a domicilio o en algún local acordado con los particulares para hacerles una demostración de la técnica con el aparato objeto de la venta, por personas que no tienen cualificación sanitaria.
Este mismo proceso comercial se oferta a través de internet.