Pekín, no obstante, criticó a la empresa estadounidense por la medida, asegurando que “perjudica la imagen de la empresa, no la de China”, según dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Qin Gang en su rueda de prensa de ayer, en la que Google fue el tema estrella.
Qin rechazó todo enfoque político de la decisión, asegurando que “vincular esto con las relaciones entre China y Estados Unidos o con la imagen internacional china, es matar moscas a cañonazos”.
También se negó a confirmar si Pekín tomará o no represalias contra el buscador (por ejemplo, un posible bloqueo de la web), pero sí advirtió a la multinacional que deberá portarse con responsabilidad ante las posibles “consecuencias”.
Desde la madrugada anterior, Google ya no ofrece su versión censurada para el mercado chino (Google.cn) y en lugar de ello redirige a su sitio de Hong Kong (Google.com.hk), que no filtra las búsquedas eliminando enlaces a webs “sensibles” para Pekín.
El portavoz Qin insistió ayer en que China “administra la red de Internet de acuerdo con la ley y las prácticas internacionales”, y que la red informática en el país “está completamente abierta” pero que al mismo tiempo las autoridades “han de limitar cualquier contenido que dañe la seguridad nacional o los intereses sociales”.
También destacó que el gigante asiático da la bienvenida a que las empresas extranjeras entren en el mercado, pero de acuerdo con la ley del país: “Si quieres hacer negocios en China debes respetar sus leyes y regulaciones”, añadió.
Preguntado el portavoz si usaba él mismo Google y si había notado problemas en las búsquedas de ayer, Qin señaló que utilizaba con frecuencia la web estadounidense “pero también otros buscadores”.
La Oficina de Información del Consejo de Estado (Ejecutivo) también se pronunció ayer contra Google, pocas horas después de que el buscador cambiara su configuración en China, destacando que la firma “violó su promesa escrita” tomando una decisión “totalmente incorrecta”.