El excesivo trabajo y el estrés a veces nos juegan malas pasadas. Eso fue lo que le pasó a Francisco Rábano. Era director ejecutivo en empresas con sede en Silicon Valley hasta que su cuerpo le pidió un cambio en el estilo de vida tras dos ingresos en el hospital y aumentar su peso en unos 40 kilos.
Ahora recorre andando toda la costa de la Península Ibérica con su proyecto Lenta Premura. El objetivo, conocer las iniciativas sostenibles de diferentes empresas a las que después da voz a través de sus redes sociales. El viernes Francisco Rábano llega a Cádiz.
Su camino comenzó el 12 de noviembre desde Portbou, en Cataluña, y terminará alrededor de un año después en Hondarribia, última ciudad del País Vasco antes de entrar en Francia.
“Mientras camino unos 20 kilómetros diarios me reúno con empresas de foco social o medioambiental. Empresas que trabajan para dejar un mundo mejor del que nos encontramos”, explica Rábano.
Lleva más de 60 en los diferentes lugares que ha recorrido y en Cádiz ha contactado con Estero Natural, Ecofish, Arkhenos, Atlántida Environment, Cofradía de pescadores de Conil y Sanlúcar de Barrameda y con dos personalidades como Antonio Reyes o el artista Arsénico 2000.
Lo que quiere dejar claro es que “Lenta Premura no es una acción reivindicativa para señalar lo mal que hemos hecho las cosas hasta ahora, sino una acción para dar visibilidad a las empresas que trabajan por dejar un mundo mejor combinando tecnología y tradición”.
Y reconoce que esta experiencia le está siendo más enriquecedora de lo que esperaba. “Sabía que me iba a nutrir mucho esta experiencia, pero no tanto. Estoy aprendiendo mucho y me estoy despojando de prejuicios”.
Además, el andarín y tejedor de historias, como él mismo se presenta en sus redes sociales, reconoce que la provincia de Cádiz le ha sorprendido mucho. Y es que para él era una desconocida que ahora no va a olvidar.
“Lo que sentí después de esos 1.100 kilómetros, llegar a la isla de las Palomas en Tarifa... me faltaba el aire de lo emocionado que estaba. Lloré como un niño”, explicó.
Y es que para Rábano la costa de Cádiz “tiene un poder atractivo enorme”. Además, está encantado con la forma de ser del gaditano. “Me están tratando muy bien”.
Finalmente, reconoció que, a pesar de no gustale poner regiones por encima de otras, “sí que puedo decir que Cádiz se lleva un trocito de mi corazón. Es brutal”.
Aún le queda mucho camino por delante y muchas empresas e iniciativas sostenibles que descubrir y Franciso Rábano seguirá compartiendo su viaje y su Lenta Premura a través de su cuenta de LinkedIn y su instagram @frabano.
