Bajo una copiosa lluvia, medio centenar de personas secundaron esta tarde la concentración convocada por CCOO, UGT y Facua para reclamar a Pedro Sánchez que actúe con urgencia para poner freno a la escalada de precios de la luz y los combustibles.

“El Gobierno tiene capacidad para limitarlos”, advirtió Inmaculada Ortega, secretaria provincial de CCOO. “Hay margen en la factura que controla directamente”, remarcó, y negó que los problemas estén derivados exclusivamente de la invasión rusa en Ucrania, “viene de antes”.

La dirigente sindical advirtió de que, si el Ejecutivo no pone pie en pared, se “enfrentará a una importantísima movilización”, no solo de los transportistas, que ya están en huelga, sino “del conjunto de sectores productivos que se están viendo afectados”.

“Hay miles de empleos amenazados”, lamentó, por su parte, Antonio Pavón, lÍder provincial de UGT. Apuntó especialmente al sector primario, pero Ortega sumó también desde el carnicero hasta grandes firmas como Acerinox, que promueve ya ajustes de plantilla.

David Cifredo, por Facua, puso el acento en las economías familiares, gravemente afectadas por los desorbitados incrementos de la electricidad  por un “sistema absolutamente tramposo que otorga beneficios en la generación, transporte, distribución y comercialización al oligopolio”. “Nos están machacando; hay que frenar a las empresas”, agregó.