En concreto, el Pirineo oscense registrará alerta amarilla por riesgo de aludes, mientras que La Coruña y Pontevedra lo harán por fuerte oleaje viento, pudiendo llegar a registrar rachas de hasta 80 kilómetros por hora.
Así, la situación meteorológica de la Península mejora notablemente en comparación con el viernes, pues todas las comunidades autónomas excepto Canarias comenzaron el año 2010 en alerta por nevadas y vientos.
No obstante, el noroeste peninsular registrará una importante nubosidad que dejará precipitaciones débiles. A lo largo de día, las lluvias se desplazarán de noroeste a sureste por toda la Península, aunque serán menos probables cuanto más al sureste.
Las precipitaciones podrían llegar a ser localmente persistentes en el suroeste de Galicia y en el sur del Sistema de Central. A partir de la tarde, irán remitiendo en Galicia y Asturias y, a última hora, en otras zonas del noroeste peninsular.
En Baleares, los cielos permanecerán poco nubosos al principio del día, aunque la nubosidad aumentará a partir de la tarde, pudiendo provocar alguna lluvia débil.
En el archipiélago canario, la nubosidad será mayor en las islas más occidentales, donde serán probables las lluvias de carácter débil que se desplazarán posteriormente a Tenerife. En las islas más orientales se esperan cielos poco nubosos con algunas nubes altas.
La cota de nieve oscilarán en el noroeste de la Península de 1.000 a 1.400 metros, en el resto de la mitad norte de 1.300 a 1.600 y en el sur de 1.800 a 1.900. Se esperan heladas débiles en las zonas altas del este de Castilla-La Mancha y en las cumbres del resto se sistemas montañosos.
Las brumas matinales se producirán en el interior de Cataluña y este de Aragón y los bancos de niebla en las sierras.
Las máximas temperaturas sufrirán un ligero ascenso y las mínimas, sin cambios.