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Atando Cabos

Protocolos

Comprobar que en nuestro país se pueden llevar a cabo estos protocolos eriza el vello

Esta semana hemos descubierto que en Madrid, los protocolos condenan a muerte. No permitieron abandonar las residencias a los ancianos para acudir al hospital por sufrir problemas de movilidad o enfermedades crónicas. Criterios que afectaban a la mayoría.

Luego, esos protocolos denunciados por miembros del gobierno de la Comunidad, los niega la presidenta. Poco tiempo va a durar la verdad oculta.

Comprobar que en nuestro país se pueden llevar a cabo estos protocolos eriza el vello. Menos mal que los familiares están denunciando estas prácticas dignas del nacional socialismo.

Agarrarse al ocho de marzo como punto de expansión de la pandemia, va a ser un argumento que a la derecha se le va a quedar pequeño después de lo que ha hecho su gobierno de Madrid.

La teoría de que este virus era para acabar con los ancianos la ha hecho verdad el PP en la Comunidad de la capital. Mira que yo me reía cuando se la escuchaba contar a mi padre. Ahora ya no me produce risa, sino miedo. Lamento saber que en este país se ha hecho verdad.

No estamos en el Brasil de Bolsonaro, pero parece. Han salido muchos cadáveres de los centros residenciales de mayores madrileños. No hay fosas comunes, pero el resultado es el mismo. Dejar que ciudadanos españoles se encuentren solos ante la pandemia con una única recomendación: rezar.

Cómo podían dormir tranquilos después de aplicar estas medidas, ni siquiera en un dúplex de un hotel que no pagas. La justicia tiene un importante reto por delante, atendiendo las demandas de los familiares. No creo que estás personas muertas descansen en paz mientras no se haya puesto en evidencia la ignominia de sus muertes.

Ya estuvieron solos, no podemos volver a dejarlos a su suerte a la hora de reclamar que los dejaron morir. No podemos permanecer ajenos y no solidarizarnos con los que eran los más débiles y más indefensos entre nosotros. De entre todas las campañas justas, reivindiquemos ésta. Sigamos atentamente el desarrollo de las denuncias y que España le haga justicia a sus ancianos. Ellos ya lo dieron todo por nosotros.

 

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