Faltan profesionales sanitarios para soportar la demanda asistencial, una situación que reviste especial gravedad en la Sierra de Cádiz. Así lo entienden los sindicatos CSIF, CCOO y UGT, movilizados a las puertas del centro de salud del Barrio Bajo de Arcos, donde expresaron sus reivindicaciones particularmente para la Atención Primaria, donde no se estaría cumpliendo la ratio de atención y cargando de trabajo a los profesionales, muchos de los cuales, buscando mejores condiciones retributivas, marchan al sector privado.
Los sindicatos aseguran que “no van a parar hasta tener un convencimiento claro de dotar de músculo a la Atención Primaria que arrastra cuarenta años y necesita un nuevo modelo”, señalaba Alberto Puyana, responsable provincial de Sanidad de CSIF. Por su parte, Sonia Martín, responsable de Sanidad de CCOO añadía que la administración autonómica no dado paso alguno para atender las demandas; es más, “ha abierto la puerta a la privatización donde se pone precio a una primera atención sanitaria”, aunque este extremo era desmentido por el propio Gobierno andaluz. “Esto es crónica de una muerte anunciada de Primaria, que es el motor de la sanidad pública de Andalucía”. Desde UGT sumaban que desde 2005 venían advirtiendo del deterioro de la sanidad, situación que, según denuncian, se ha agudizado a raíz de la pandemia, con especial incidencia en la Sierra por el envejecimiento de la población.
Las movilizaciones contaron con el apoyo del Ayuntamiento de Arcos, cuy0 alcalde, Isidoro Gambín, explicaba que “la sanidad pública es patrimonio nacional y debe estar en las mejores condiciones”. Gambín, que hizo suyos los problemas de la ciudadanía, exigió igualmente mejoras para los profesionales y en los servicios públicos. También contaron con el apoyo del candidato de IU, Miguel Ángel Ortega, que apostaría por un mejor modelo público y mostraría su particular apoyo al municipio de Alcalá del Valle que viene denunciando graves carencias sanitarias.
Las movilizaciones proseguirán hasta tanto el Gobierno andaluz no se siente con los sindicatos para negociar las mejoras planteadas.