Después de su aprobación en pleno el pasado 17 de agosto, y actualmente en fase de exposición pública, el Presupuesto General de Arcos para este 2022 se ha convertido en la gran novedad en el arranque del curso político. Para conocimiento de los ciudadanos y ciudadanas, la Delegación municipal de Hacienda ha expuesto el desglose de los números para que conozcan cómo se empleará el dinero público.
De no producirse alegaciones, el documento económico entrará en vigor el próximo 16 de septiembre. Ya solucionados los problemas endémicos y contado con el beneplácito de Intervención de Fondos, estos presupuestos son el resultado de siete años de trabajo que se ha centrado en el pago de deudas y la contabilización de las mismas, en la obtención de liquidez y en el inicial pago de atrasos a los trabajadores municipales. “Construida la casa desde los cimientos” -señala la delegada del área, María José González Peña, estos presupuestos son “realistas” y servirán como base para futuros equipos de gobierno “porque los problemas han quedado solucionados”; unos presupuestos austeros que buscan la eficiencia del Ayuntamiento, la estabilidad presupuestaria, el cumplimiento del límite de gasto y la sostenibilidad financiera, y que además cuentan con todos los informes positivos.
La delegada se lamenta de la cantidad de críticas que ha recibido de la oposición todos estos años y esgrime que el Presupuesto se caracteriza por la ayuda social, la transparencia, el equilibro en las cuentas y la austeridad del gasto.
El Presupuesto está dotado de 32,8 millones de euros, ocho millones y medio más que el anterior que data de 2015. El incremento ha sido posible sin que se hayan subido los impuestos, pero sí aplicado el principio de solidaridad para que quienes no contribuían ahora lo hagan.
El gasto de personal se llevará 14,7 millones de euros (un 45 por ciento del Presupuesto) en comparación con el 54 por ciento del Presupuesto de 2015 del anterior gobierno.
En el gasto corriente para la gestión de los servicios, el Presupuesto pasa de 5,1 millones de la anterior etapa a los 14,7 -un 45 por ciento- , con la diferencia de que el gasto es real y se sostiene con la legalidad de los procedimientos públicos de contratación.
En ingresos, se ha pasado de 13,1 millones a 15 millones; dos más sin subir impuestos. Las tasas y otros impuestos se siguen situando en 3,5 millones, mientras que de las transferencias de otras administraciones se ingresarán 13 millones respecto a los nueve que ingresaba el anterior equipo de gobierno. Todas las delegaciones municipales ven incrementadas sus partidas, aunque destaca particularmente el gasto social, que pasa de 850.000 euros de 2015 a los 3,8 millones; una subida “espectacular” que podría superar el 300 por cien. Ese incremento se deja notar en cada uno de los programas de ayuda social, sea a la ayuda a la dependencia, políticas del mayor, resecación social, ayudas emergentes, etc.
Para González Peña, durante siete años ha soportado las críticas “sin sentido” de la oposición, a la que acusa de haber sido muy dura en este sentido y de haber presentado una enmienda a la totalidad del Presupuesto que no ha sido estimada desde los puntos de vista técnico y legal -las enmiendas han sido rechazadas por Intervención-. Por ello, la delegada espera que cesen las críticas. También se muestra convencida de que el nuevo Presupuesto servirá para atender y consolidar servicios y mejorar la ciudad con nuevas inversiones. González Peña felicita al equipo técnico responsable del Presupuesto y a los delegados, particularmente al alcalde, al que atribuye una gran coherencia y responsabilidad para sanear las cuentas públicas y hacer realidad el Presupuesto General. Gambín ha devuelto a estas partes el agradecimiento y las felicitaciones.
La intención del equipo de Gobierno es aprobar en octubre próximo el Presupuesto de 2023.
Inversiones por valor de 6 millones
Entre las inversiones anunciadas, se encuentran, además, el arreglo de la red de abastecimiento de agua en varias calles de la localidad (242.000 euros) tras la apertura del pozo número siete ya en funcionamiento que ha reducido las incidencias de la calidad del agua, La siguiente medida es la inversión de 250.000 euros para la recuperación de la planta potabilizadora y, gracias a Diputación, la renovación de la red de tuberías en varias calles por importe de 100.000 euros; en suma, más de 700.000 euros para terminar con los problemas del agua e indemnizar a los vecinos. Para barriadas rurales 200.000 euros para el arreglo de caminos; 500.000 para planes de asfaltado, el cerramiento del graderío de los campos de fútbol, nuevas pistas deportivas, el arreglo del cementerio, la promoción de la vivienda social y, por supuesto, la terminación de la piscina cubierta junto a la mejora de los medios municipales, entre otras.
Gambín valora el carácter social del Presupuesto
En su defensa del Presupuesto, el alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, ha reseñado el aumento de los ingresos en más de ocho millones de euros sin subir -se reitera- los impuestos en siete años y teniendo en cuenta las situaciones adversas desde el prisma económico; “la sensibilidad del equipo de Gobierno” con el aumento del gasto social partiendo de la pandemia del COVID, “teniendo en cuenta a las personas”; y por último la gestión “seria, responsable y eficaz” del ejecutivo que ha permitido solicitar subvenciones que antes no se podían reclamar porque el Ayuntamiento no estaba al día con su deuda con Hacienda y Seguridad Social.
Gambín también subraya el remanente positivo de la liquidación de presupuestos anteriores que permite un plan “histórico” de inversiones que atenderá los problemas del agua que no han sido contemplados en las enmiendas presentadas por la oposición. El Ayuntamiento, con 146.000 euros, se responsabilizará del cánon del agua, con lo cual el recibo no subirá a pesar de la cláusula aprobada por el anterior gobierno con la empresa concesionaria.