El equipo cadete A del Arcos C.F. Academy que entrena Manuel Jesús Soto ‘Chico’, consiguió la clasificación matemática para la fase de ascenso a Segunda Andaluza al vencer al C.D. Atlético San José el pasado 1 de abril por 7-0, cinco jornadas antes de concluir la fase regular del grupo IV de 4ª Andaluza, donde compite el equipo de la cantera arcense. El partido fue fácil para los blancos, que tuvieron muchas ocasiones para aumentar el marcador incluida una pena máxima. “Hemos sido muy regulares durante la temporada y supimos aprovechar los tropiezos de nuestros perseguidores para amarrar la promoción, que era nuestro objetivo principal según iba desarrollándose la liga”, explica Chico, que ya sabe lo que es conseguir un ascenso.
Aunque el cadete A aún no es campeón de su grupo, la ventaja de diez puntos que posee sobre la U.D. Villamartín, segundo de la tabla tras el triunfo del Arcos C.F. Academy por 1-3 en el encuentro de la jornada 22ª ante el Alcalá del Valle -partido que se jugó el pasado 25 de marzo-, hace que, a falta de solo cuatro jornadas para terminar y debiendo descansar en la 24ª, el equipo arcense tenga la mayoría de opciones para cantar el alirón de vencedor. “Tengo un grupo de niños que trabaja muy bien y que llevan el trabajo semanal a rajatabla, ayudándose unos a otros sin escatimar esfuerzos. Además, tanto técnica como tácticamente saben lo que tienen que hacer, por lo que en los partidos sacan a relucir todo el trabajo realizado en los entrenamientos y da gusto verlos”, comenta el exitoso monitor de la Arcos C.F. Academy, un técnico que siempre ha estado muy ligado al Arcos C.F. y que puede dar mucho que hablar en el futuro. “Cuento con jugadores que poseen un nivel muy alto y que podrían jugar en categorías superiores. Los porteros son trabajadores y con ganas de aprender y mejorar, la defensa es muy fuerte y casi no encaja goles porque son niños que compiten muy bien entre ellos y que se han adaptado muy bien a sus posiciones. De medio campo hacia arriba tengo jugadores trabajadores y técnicos y arriba hay delanteros con distintos perfiles, tanto rematadores como jugadores que buscan los espacios y jugadores de banda rápidos y técnicos. Individualmente estamos muy bien dotados”, recalca Chico, que va a dar minutos suficientes en los tres partidos que les quedan para terminar a aquellos chavales que menos han intervenido a lo largo de la competición, un campeonato que no finaliza hasta el 21 de mayo, por lo que solo jugarán tres partidos en casi dos meses, una circunstancia que puede perjudicar la preparación del equipo con la vista puesta en la fase de ascenso. “Las jornadas que nos quedan vamos a intentar utilizarlas para que toda la plantilla esté comprometida junto con el resto de sus compañeros y que todos los niños se sientan importantes teniendo minutos suficientes para que, cuando llegue el playoff, se encuentren con confianza y lo más fuertes posibles para que sepan bien lo que nos jugamos y lo que tienen que hacer en el campo”, recalca el joven técnico del cadete.
Los playoffs de ascenso los disputan los dos primeros clasificados de los ocho grupos que componen la Tercera Andaluza, que se enfrentarán entre sí dependiendo del coeficiente de cada uno resultante de dividir los puntos obtenidos entre los partidos disputados para saber qué equipo tiene un coeficiente superior a otro y así poder encuadrar los partidos entre los ocho campeones y los ocho segundos clasificados de cada grupo. Además, se va a primar la regularidad de los mejores equipos clasificados en la liga programando los cruces en el campo de los campeones, no en terreno neutral como se ha hecho en años anteriores. Así, el campeón con el mejor coeficiente se medirá a uno de los segundos con peor coeficiente (p.ej. 1º contra 8º, 2º contra 7º, 3º contra 6º, etc.) y así sucesivamente. Si se supera la primera eliminatoria –recordemos que son a partido único-, los equipos clasificados se enfrentarán siguiendo el mismo criterio de mejor contra peor coeficiente. De los cuartos de final saldrán los cuatro equipos que asciendan de categoría.
El conjunto arcense solo perdió un partido en toda la liga, ante el Alcalá del Valle en casa (1-2), y empató otro en Villamartín (1-1), siendo los dos únicos encuentros en los que no ganó los tres puntos. “El partido que perdimos nos vino bien para mejorar algunos aspectos que no salieron bien en ese momento y para que los niños no se relajasen en ningún momento y que cada semana trabajasen fuerte”.
‘Chico’ ya sabe lo que significa ascender en su periplo particular como monitor de fútbol. Fue en Arcos ante el Sporting de Puerto Real en una eliminatoria a doble vuelta que se decidió finalmente en el entonces Antonio Barbadillo. “Todavía es muy pronto para saber quién nos puede tocar en la primera eliminatoria al ir por coeficiente. Hasta que no terminen las ligas y se conozcan los primeros y segundos clasificados de cada grupo y el coeficiente de cada uno de ellos, no sabremos a quién nos enfrentaremos. Al ser a partidos único, los primeros y segundos ocho clasificados van a ser fuertes, pero si nos podemos clasificar con el mayor coeficiente posible tendremos más posibilidades de que nos pueda tocar un octavo o un séptimo segundo, que siempre será menos peligroso que el mejor de los segundos”, especula con toda la lógica del mundo el prometedor técnico arcense, que tampoco se olvida de que la influencia del público en estos partidos puede ser determinante. “Jugar en casa y en un campo que tú conoces es algo importante para el equipo. A nosotros nos gustaría jugar en el Antonio Gallardo porque nuestro equipo se caracteriza por jugar mejor con muchos espacios y nos vendría mucho mejor jugar ahí”, adelanta Chico, que ya ha dado algunas instrucciones para que se lleven a cabo las oportunas gestiones con objeto de poder utilizar el coliseo municipal para la primera eliminatoria del playoff, que aún queda lejos en el calendario.
A Chico le acompaña en su tarea cotidiana de preparación y disputa de encuentros su padre José María, que hace las veces de delegado y otras innumerables funciones y, además, siempre está con Chico y los niños, para los que también es un auténtico padre. “Él es el que se encarga de revisar la normativa, las tarjetas, los acuerdos del Comité de Competición, etc. Me comunica todas estas cosas y también es parte importante del cuerpo técnico”, afirma Manuel Jesús Espejo Soto.
