La movida empezó al grito de alarma de ¡Alfa Scramble! que dieron algunos de los 138 militares españoles que están al frente de los siete aviones Eurofighter en una base de Lituania. Es la alerta real sobre la entrada en un espacio aéreo protegido de naves no identificadas o identificadas como enemigas. Las repúblicas bálticas -Estonia, Letonia y Lituania- son muy lejanas para España pero es un esfuerzo de solidaridad realizado por España en la asistencia mutua en el marco de la OTAN, tras la liberación de dichos países del yugo ruso y su entrada en la UE, el euro y la OTAN. Lo que los andaluces recordamos de la capital actual de Letonia - Riga- es el dramático suicidio del escritor granadino Ángel Ganivet, arrojándose a las aguas heladas de su río. Aquí tiene España también carros de combate y 350 militares. Al tiempo que el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, abandonaba precipitadamente la rueda de prensa con el presidente español, Pedro Sánchez, mientras los pilotos subían por las escalas a sus puestos de combate en los aviones, empezaba la crisis de gobierno en España. La presencia del presidente del gobierno en los países bálticos respondía además a blindar las relaciones con unos países que los independentistas catalanes han mitificado, por su lucha por la independencia contra la entonces Unión Soviética y donde han querido comparar su situación con ellos -incluso con la famosa cadena humana que recorría todo el territorio-. No es tema menor.
El grito de alerta valía para ambas cosas. Era el lucha real para frenar a los aviones rusos, que no habían comunicado su ruta, y significaba el inicio de un cambio gubernamental que marcará los dos años largos que restan de legislatura. No podía empezar mejor el nuevo gobierno que recibiendo los primeros fondos europeos. George Marshall se quedó corto. Serán unas cantidades astronómicas -140.000 m. - que trasformarán España.
El presidente, en Telecinco, ha afirmado que se ha terminado “el gobierno de la emergencia” y comienza un periodo de un nuevo equipo con experiencia local, feminista y de juventud. Con unidad de acción que se va a percibir entre Moncloa y Ferraz, para darle coherencia al gobierno. De la calamidad de la epidemia se quiere pasar a la recuperación. Se quejó, sin embargo, de “la oposición más furibunda de la Unión Europea”.