El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha proclamado este jueves que la subasta de medicamentos "ha muerto" en Andalucía y ha dicho que era una medida "torticera y un recorte encubierto" y que ahora los andaluces están en "igualdad" en la prescripción de medicamentos.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció a finales de diciembre el fin de la subasta de medicamentos en la comunidad autónoma, una decisión que Aguirre ha calificado de "logro social" para los andaluces.
"Dijimos que lo haríamos si llegábamos al Gobierno de Andalucía y hemos cumplido nuestra palabra", ha sostenido Aguirre sobre un modelo de prescripción de medicamentos que existía en la comunidad desde 2012.
El pasado 22 de diciembre venció el plazo de la última subasta vigente en la comunidad autónoma, que el anterior Gobierno socialista dejó programada, ha detallado el consejero, que ha explicado que la Junta ha dejado "caducar" estas convocatorias para evitar problemas jurídicos.
Sin embargo, el diputado socialista Jesús Ferreras ha acusado al Gobierno de la Junta de "demonizar" una medida que ha supuesto un ahorro a las arcas públicas de 700 millones y ha acusado al consejero de apostar por el modelo que "le conviene" a la industria farmacéutica.
"Ponen por delante de interés de las personas el interés de la industria farmacéutica y el gasto es importante, pero más importante es la salud de los andaluces", ha señalado.
Inmaculada Nieto, de Adelante, ha calificado la subasta de "mecanismo positivo" y, tras referirse al ahorro que ha supuesto al gasto público, ha achacado la decisión de la Junta de acabar con la subasta a la "presión" de las multinacionales farmacéuticas.
María José Piñero (Vox) ha censurado a la Junta que "haya dejado caer" la subasta de medicamentos y que haya emprendido un cambio del sistema que "no descarta" la subasta y deja la "puerta abierta" a otras convocatorias.
Por su parte, los portavoces de Cs y del PP han defendido que la eliminación de la subasta es "necesaria" para evitar los "continuos desabastecimientos" de medicamentos.
Según estos partidos, los pacientes, la industria de los laboratorios y las farmacias se ha quejado de un modelo que va contra la libertad de prescripción de medicamentos de los médicos y es un "logro social" equiparable a la eliminación del impuesto de sucesiones.