La sinceridad es a la política lo que China es a la democracia, por no hablar de Birmania o Myanmar, en golpe permanente. Son esferas que raramente se entrecruzan. Hay políticos sinceros y demócratas en China. Pero la sinceridad es una “rara avis” en la vida política, por eso se valora tanto la autenticidad; y la democracia no llegará nunca a China, mientras tenga un sistema de partido único, por eso tiene apoyos la rebelión de la juventud de Hong Kong. Con estos raros considerandos se pueden entender los juegos de engaños que cada día se escenifican en la política. Moral y política son un matrimonio de conveniencia, escribió desengañado Mariano Peñalver.
Distintos gobiernos autonómicos están apostando por reclamar al gobierno el confinamiento duro de la primera ola de la pandemia -todos encerrados en casa- y al mismo tiempo son reacios a aplicar las medidas extremas para las que están facultados. El caso más paradigmático es el de Madrid, que se jacta de no cerrar nada y ha alargado el toque de queda al máximo hasta hace poco mientras echa la responsabilidad al gobierno. La estrategia es clara. Pedimos lo que no se nos puede dar y así el responsable es el otro.
Además del adelanto del toque de queda, la reivindicación fundamental es la de disponer del arma atómica - el confinamiento total de los ciudadanos en sus domicilios- que no estaba contemplado en el último Estado de Alarma aprobado por el Congreso de los Diputados. Del 9 de noviembre al 9 de mayo. El resultado fue contundente -194 votos a favor frente a 53 en contra y 99 abstenciones- pero los votos en contra fueron de Vox y las abstenciones de los que más claman por la competencia para las comunidades autónomas del confinamiento absoluto. ¿Si no votaron a favor de lo menor porqué piden, con tanto descaro, lo mayor? Dentro del mismo partido hay posturas muy diferenciadas. Ayuso está haciendo campaña en Cataluña contra los cierres - “Es un delito, con el clima tan bueno que tenéis”, dice en los mítines- mientras que en otros territorios - Castilla-León, Galicia y Andalucía- se pide la competencia para el cierre total y el confinamiento asfixiante que ya se padeció a partir de marzo. Falta responsabilidad en algunos ciudadanos pero también en algunos partidos. Más vacunas, eso sí.
