El cementerio se engalana para celebrar el Día de los Difuntos
Los jerezanos llevan días limpiando y poniendo flores a sus familiares fallecidos
La celebración cristiana de Todos los Santos y el Día de los Difuntos llevará al cementerio Nuestra Señora de la Merced de Jerez a miles de jerezanos que visitarán las tumbas de sus familiares y amigos. En el día de ayer eran centenares las personas que se afanaban en limpiar los nichos y lápidas de sus allegados en un ritual católico que en España se celebra cada año.
Los tiempos han cambiado las costumbres y las tradiciones. En los últimos años se ha pasado de velar a los muertos en las viviendas familiares a hacerlo en un impersonal tanatorio, de enterrar a los difuntos en los cementerios a las incineraciones y las urnas que guardan las cenizas, una moda llegada de otros países, en un intento de alejar el dolor por la pérdida de los seres queridos. Pero lo que permanece imperturbable en el tiempo es la costumbre cristiana de, llegado noviembre, a velar a los muertos en los cementerios. Sean o no católicos practicantes, son muchas las personas que no se olvidan de visitar al menos una vez al año a sus familiares ya fallecidos. Éste es el caso de Catalina Gordillo que ayer limpiaba la lápida de sus padres “para que este bien estos días. Yo vengo todos los años por estas fechas a limpiar y ponerle flores nuevas a mis padres. Durante el resto del año no suelo venir porque no me gusta visitar el cementerio”.
Familias enteras acuden estos días al Campo Santo y es frecuente ver a niños de todas las edades recorrer los distintos patios del cementerio, emulando a los mayores, para llevar flores a sus familiares perdidos.
Observar desde lejos algunos de los patios del cementerio estos días supone ver un campo inmenso de flores, cuidadas y mimadas, para resplandecer durante estos días. Más que un lugar triste el cementerio parece un lugar de encuentro donde mientras se limpia y se ponen flores, se habla de la vida y la muerte, con la resignación que da el paso del tiempo.
Voluntarios
La visita al cementerio tiene muchas caras, por ejemplo la de los voluntarios de Brote de Vida encargados de la zona de aparcamiento, que realizarán hasta el próximo dos de noviembre tareas de regulación de tráfico en lugares habilitados, facilitando los accesos de entrada y salida de vehículos. Voluntarios de este colectivo también ayudarán a las personas que lo deseen a trasladar escaleras, a limpiar las lápidas o a cualquier otra cosa que necesiten.
De otro lado, encontramos a los operarios del cementerio y de la delegación de Medio Ambiente, un total de 14 personas que colaborarán con el mantenimiento de la limpieza del Campo Santo.
Movilidad
Las calles del cementerio permanecerán cerradas estos días al tráfico por lo que el Ayuntamiento dispuso unos pequeños y cómodos vehículos, cedidos por el Club de Golf de Montecastillo, para desplazar a las personas mayores o con problemas de movilidad. Conchi es una de las conductoras de estos vehículos “los carritos están aquí estos días para trasladar a las personas mayores sobretodo, que tienen problemas para desplazarse por un cementerio tan grande como éste”.
El día de los difuntos también puede verse desde el punto de vista económico. Las floristerías hacen o hacían su agosto estos días porque la crisis también afecta a este sector. La floristería Los Rosales en el centro de Jerez, como tantas otras, permanecerá abierta para preparar las flores que se llevarán al cementerio. “Cada año baja la venta de flores no sabemos si por la crisis o porque se está perdiendo esta tradición de ir al cementerio”, aseguró el gerente.
Los precios de un ramo estos días en una floristería puede llegar a costar unos 35 euros, aunque también los hay más baratos. “Antes solían pedirnos coronas o almohadones de flores, ahora, hacemos sólo ramos de flores”.
El cementerio estará abierto de 8.00 a 19.00 horas.
Los tiempos han cambiado las costumbres y las tradiciones. En los últimos años se ha pasado de velar a los muertos en las viviendas familiares a hacerlo en un impersonal tanatorio, de enterrar a los difuntos en los cementerios a las incineraciones y las urnas que guardan las cenizas, una moda llegada de otros países, en un intento de alejar el dolor por la pérdida de los seres queridos. Pero lo que permanece imperturbable en el tiempo es la costumbre cristiana de, llegado noviembre, a velar a los muertos en los cementerios. Sean o no católicos practicantes, son muchas las personas que no se olvidan de visitar al menos una vez al año a sus familiares ya fallecidos. Éste es el caso de Catalina Gordillo que ayer limpiaba la lápida de sus padres “para que este bien estos días. Yo vengo todos los años por estas fechas a limpiar y ponerle flores nuevas a mis padres. Durante el resto del año no suelo venir porque no me gusta visitar el cementerio”.
Familias enteras acuden estos días al Campo Santo y es frecuente ver a niños de todas las edades recorrer los distintos patios del cementerio, emulando a los mayores, para llevar flores a sus familiares perdidos.
Observar desde lejos algunos de los patios del cementerio estos días supone ver un campo inmenso de flores, cuidadas y mimadas, para resplandecer durante estos días. Más que un lugar triste el cementerio parece un lugar de encuentro donde mientras se limpia y se ponen flores, se habla de la vida y la muerte, con la resignación que da el paso del tiempo.
Voluntarios
La visita al cementerio tiene muchas caras, por ejemplo la de los voluntarios de Brote de Vida encargados de la zona de aparcamiento, que realizarán hasta el próximo dos de noviembre tareas de regulación de tráfico en lugares habilitados, facilitando los accesos de entrada y salida de vehículos. Voluntarios de este colectivo también ayudarán a las personas que lo deseen a trasladar escaleras, a limpiar las lápidas o a cualquier otra cosa que necesiten.
De otro lado, encontramos a los operarios del cementerio y de la delegación de Medio Ambiente, un total de 14 personas que colaborarán con el mantenimiento de la limpieza del Campo Santo.
Movilidad
Las calles del cementerio permanecerán cerradas estos días al tráfico por lo que el Ayuntamiento dispuso unos pequeños y cómodos vehículos, cedidos por el Club de Golf de Montecastillo, para desplazar a las personas mayores o con problemas de movilidad. Conchi es una de las conductoras de estos vehículos “los carritos están aquí estos días para trasladar a las personas mayores sobretodo, que tienen problemas para desplazarse por un cementerio tan grande como éste”.
El día de los difuntos también puede verse desde el punto de vista económico. Las floristerías hacen o hacían su agosto estos días porque la crisis también afecta a este sector. La floristería Los Rosales en el centro de Jerez, como tantas otras, permanecerá abierta para preparar las flores que se llevarán al cementerio. “Cada año baja la venta de flores no sabemos si por la crisis o porque se está perdiendo esta tradición de ir al cementerio”, aseguró el gerente.
Los precios de un ramo estos días en una floristería puede llegar a costar unos 35 euros, aunque también los hay más baratos. “Antes solían pedirnos coronas o almohadones de flores, ahora, hacemos sólo ramos de flores”.
El cementerio estará abierto de 8.00 a 19.00 horas.
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