Caminero responde a Manolo Fernández tras las acusaciones que recibió en la Asamblea del Atlético Sanluqueño

Caminero no guardará con buen recuerdo su estancia la pasada temporada en el Atlético Sanluqueño. El centrocampista no ha disputado todos los partidos que quisiera y además no salió bien parado en la Asamblea General Ordinaria que el club celebró en el Salón de la Orden de la Soleá, de Bodegas Barbadillo. El presidente, Manolo Fernández, cargó contra el futbolista, que decidió denunciar a la entidad verdiblanca por impago.

SE PLANTEA COLGAR LAS BOTAS


El futbolista que ha tenido Ali a su disposición en el transcurso de la 2008-2009 manifestó que “lo que hay que hacer es escuchar a las dos partes porque yo lo tengo muy claro. De los 10 meses que ha pertenecido al Atlético Sanluqueño, sólo he cobrado uno y la culpa siempre será de los futbolistas”. Por alusiones y de sus ausencias en los entrenamientos señala que “es verdad que en Navidad falté durante unos 15 días a los entrenamientos por un problema familiar muy grave. Conté con el consentimiento de Ali, que se portó muy bien conmigo. Lo importante en ese momento es la familia”.

Tiene 26 años y asegura que “me ha llevado una decepción y noto que te falta ilusión. Me planteo colgar las botas y mi idea es marcharme al extranjero. Está claro que en el Atlético Sanluqueño no seguiré y más para estar sufriendo. Si tengo que dejar el fútbol, lo hago”. De lo que ha sido la temporada a nivel particular destaca que “empecé como titular, aunque dejé de jugar y no iba ni convocado durante cuatro o cinco meses, coincidiendo cuando Manolo Fernández me dijo que me fuera, que no me podía pagar. El presidente me preguntó que porqué había denunciado al club y le contesté que me iba si me pagaba lo que me debía hasta ese día. No vi garantías y me dijo que ya te pagaré y que yo quería hundir al Atlético Sanluqueño”.

Hace constar que “estamos hablando de nueve meses, no de uno o dos. La pasada temporada le perdoné dos meses al Arcos y no pasó nada”.De la afición dice que “se merece un 10 y no hace falta que ni me lo pregunten. Nos dio muchos ánimos cuando peor estaban las cosas y eso es algo que siempre hay que agradecer”.