Apagado, desangelado y fresco lunes de despedida

El último día de Feria no lució todo lo que debiera, quizás porque el día amaneció fresco y con algunas gotas de lluvia sobre el Real. Además, el ambiente no se comenzó a notar hasta pasada la hora de comer, lo que vuelve a poner la puntilla en el hecho de que es cierto que este año la gente ha reservado sus ahorros y ganas para el fin de semana. Además, confirmado queda que la gente prefirió pasar la tarde en la Feria para aprovechar y disfrutar de los fuegos artificiales, que se pudieron ver pasadas las doce de la noche. 

Fue el día de trajes de flamenca de manga larga, de poca vigilancia a primeras horas, de parkings más vacíos de lo habitual y mucho espacio libre en las casetas. Pero también para las clausuras oficiales, los primeros balances, las impresiones de los caseteros y el sentir general de la ciudadanía. 

En general, los caseteros aseguran que ha sido una Feria más floja que la de otros años. Es cierto que el hecho de que domingo y lunes coincidieran con la inauguración de la de Jerez tampoco ha ayudado a mejorar la local. En general, ha habido un chorreo constante de público en las casetas, pero los mejores días fueron el sábado y el domingo, aunque el que acude al recinto ferial no escatima, “los que vienen gastan lo mismo”. Eso sí, ayuda que algunas casetas hayan mantenido los precios, sabedores de los problemas como consecuencia de la crisis Pero en general, los caseteros han acusado “menos ambiente”. 

Fueron muy pocas las casetas privilegiadas que ayer a primera hora de la tarde, coincidiendo con la hora de comer, consiguieron aguantar el tirón. Una de ellas, la de Valencia, y es que, ningún portuense ha querido dejar de probar el arroz valenciano, la paella. 

Ni siquiera el paseo de caballistas y enganches, que comenzó a las 13.00 horas, consiguió arrancar aficionados viendo pasear a estos animales, protagonistas todos ellos de la Feria. Sólo después a la entrega de los premios de casetas y a los caballistas fue cuando acudió mayor número de gente al tablao instalado delante de la caseta municipal. 

Los ediles de Fiestas, Policía Local y Medio Ambiente, Millán Alegre, Carlos Montero y Beatriz Fuentes, no quisieron dejar de hacer un primer balance que se irá cerrando en los próximos días. 

El edil de Fiestas confirmó que, tal como se prometió, el año próximo la Feria se dedicará a una ciudad extranjera, siendo en este caso Oporto, en Portugal, la elegida, por el número de portugueses que vive en la ciudad y porque el nombre de la misma significa puerto, lo cual quiere decir mucho de las similitudes de ambas localidades. Con todo, aseguró que hay propuestas ya de ciudades españolas para 2011, pero aún no se plantean aún dicha dedicación.
Informó además de que es un reto del equipo de Gobierno el hacer de la Feria un lugar mejor. “Vamos a incidir mucho en el ruido y la música no adecuada para Feria y la decoración. Esta mañana (por ayer) se han precintado tres equipos de música. Vamos hacia el camino de que las noventa casetas sean conscientes de que deben predominar las sevillanas. No vamos a permitir que la Feria se convierta en una futura discoteca”. 

A pesar de todo, el edil popular destaca “la normalidad por encima de todo. Hemos disfrutado, el tiempo ha acompañado, y no ha habido incidencias graves. Caminamos hacia una Feria mejor”. Existe ya un proyecto para remodelar la Feria, “pero se ha dejado aparcado por la crisis”. Por otro lado, asegura que “hemos hecho una importante apuesta por la juventud”, gracias a la caseta municipal, “aunque sabemos que el botellón no se puede erradicar”. El edil de Policía Local confirma que están trabajando en un decreto para eliminar el botellón del parque Calderón, para que pueda entrar en vigor a principios de junio, por lo que sólo quedará como espacio reservado para los jóvenes el paseo José Luis Tejada, ya que “no podemos dejar que falte el descanso de los vecinos”. Por lo general, considera que el dispositivo ha estado bien coordinado sin que se hayan dado atascos más que en horas puntas. 

Fuentes quiso agradecer el esfuerzo realizado para evitar las dos huelgas posibles, de limpieza y autobús.