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Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y el Rocío

El fenómeno de la religiosidad popular que se vive y se palpa en esta romería de Almonte, no tiene parangón alguno con las celebradas en otros lugares del mundo. Y cuenta además con el privilegio de haber recibido la visita del Papa Santo Juan Pablo II, quién quedó sobrecogido ante tan manifiesta ex

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  • El campanario del Santo Cristo -

Aparentemente estos tres títulos juntos parecen dispares a simple vista. Pero válgame Dios que no -si lo contemplamos- bajo  el eco y el fenómeno de su importancia. Y no podía pasar este mes de Mayo sin hablar de los dos primeros. Ni tampoco de hoy -Domingo de Pentecostés- sin hacerlo del tercero. Es decir del Rocío. 
Por tanto  desde el pasado día 28 del mes de Marzo al cumplirse el V Aniversario de la muerte de Santa Teresa. En nuestra Ciudad y en el Convento de los RR. PP. Carmelitas. Así como en otros foros locales, se viene conmemorando el recuerdo de una de las figuras santas de mayor relieve de toda la Iglesia Católica en su año Jubilar. Año éste dedicado también a los Consagrados al servicio de Dios y de la Iglesia -Y Santa Teresa sin duda lo fue- Y Ávila del 5 al 9 de Agosto próximo, se convertirá en la capital de Europa  recibiendo a miles de jóvenes,  especialmente de este Continente, que les rendirán un amoroso, multitudinario y merecido homenaje.
Y para seguir hablando de la Santa, de su mística, de su obra fecunda y renovadora.  De su ‘Vivo sin vivir en mí’  necesitaríamos tiempo y espacio que no tenemos. Pero estoy seguro, que en nuestras mentes no faltará un hueco donde permanezca viva y frescas sus enseñanzas aprendidas a través de sus libros. Tuve la suerte de oír el recital -la voz descalza- que Amancio Prada le dedicó poniendo música a los versos que escribió la Santa y San Juan de la Cruz. También tuve la dicha de visitar Ávila y Alba de Tormes, lugares donde nació y murió  Santa Teresa. Y basta conocer cómo vivió y la estela que nos dejó para entender pese a los obstáculos que sufrió ‘la ejemplaridad andariega’ de su virtuosa vida en palabras del Papa Francisco refiriéndose a Ella.
San Juan de la Cruz fue otra consagrada figura carmelitana de exquisito verbo, que supo plasmarlo en sus poemas y en sus poesías. Fue coetáneo de  Santa Teresa de la que no se le puede separar. Pero ninguno según la Santa, escribieron poesía alguna, ni poemas, ni versos, sino la pluma de Dios.

San Juan de la Cruz fue también el reformador de la Orden Carmelitana junto con Santa Teresa. Venerado en la Iglesia católica, anglicana y luterana. Y proclamado doctor místico de la Iglesia por el Papa Pío IX, beatificado por Clemente X y canonizado por Benedicto XIII. Patrón de los místicos, contemplativos y de los poetas de lengua española.

Por último llegamos a Pentecostés, a la Romería del Rocío. A la celebración de la Venida del Espíritu Santo en forma de -blanca paloma- sobre la Virgen y los Apósteles, que simbólicamente representa el comienzo de la Iglesia Católica.

Por eso, tal vez las romerías sean las expresiones más populares de peregrinar que tiene nuestro pueblo para encontrarse con la Madre de Dios. Y entre tantas, cabe destacar la Virgen de la Cabeza de Andújar, la romería más antigua conocida en Andalucía. Aun así, nada tiene que ver con ésta del Rocío, que responde a otras connotaciones bien distintas como son: los aires de las marismas, el dorado de las arenas y el verde de los pinos… O el embarque en Bajo de Guía, el cruce del Guadalquivir, el Coto de Doñana, el camino, los caballos, los mulos, las carretas, los bueyes y los Simpecados… O el bautizo en el vado del Quema, las hogueras y las ‘candelás’. Así como el rezo del Rosario a la hora del Ángelus, la Presentación en la Ermita, la Misa del romero, el salto a la reja y, ¡La Procesión! Pero sobre todo la fe combinada con la alegría, el contagio, la hospitalidad, los cantos y los bailes de las gentes al son de los pitos, flautas, tamboriles y castañuelas, que sólo se prodiga en el Rocío con un… Oleeeé, Oleé, Olé, Olé, Oleé al Rocío….

Y es que el fenómeno de la religiosidad popular que se vive y se palpa en esta romería de Almonte, no tiene parangón alguno con las celebradas en otros lugares del mundo. Y cuenta además con el privilegio de haber recibido la visita del Papa Santo Juan Pablo II, quién quedó sobrecogido ante tan manifiesta explosión de fe y de alegría que sorprende y confunde al visitante.

Hoy el Rocío contabiliza 116 hermandades filiales y 40 no filiales que llegan de todos los rincones de Andalucía, del resto del país, incluso asociaciones del mundo: EEUU, Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Puerto Rico y Australia, que acuden como las abejas a su panal para saludar, contemplar y entregarse a la Virgen del Rocío.  Y es tan prodigiosa esta manifestación mariana de más de un millón de fieles y devotos peregrinos, que se arropan en torno a la Virgen, absortos y pegados a Ella igual que las mariposas a la miel. Como también lo es otra particularidad que tiene el Rocío que quizás -pase inadvertida- y cada año se convierte en otra singular y milagrosa realidad ante la evidencia de no conocerse ningún ‘incidente’ ni ‘accidente’ digno de mención en sus cuantiosas y masivas celebraciones, que no sea la armonía, la paz, la acogida generosa y la fe compartida de los rocieros.

¡Y es que la Virgen del Rocío y el Espíritu Santo obran maravillas! Por eso en este Lunes de Pentecostés, se repetirá esa tremenda manifestación, que se extenderá como una explosión de júbilo,  que recorrerá toda la Aldea y qué llegará hasta los confines del mismo Cielo tronando ¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Viva la Blanca Paloma! ¡Viva la Reina de las Marismas¡ ¡Viva el Pastorcillo Divino! ¡Qué viva la Madre de Dios! ¡¡Qué Vivaa!! 

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