Se trata de una veintena de empresarios agrícolas y tienen sus fincas en la zona conocida como La Corniz (Cartaya), incluida en el Sector 1 de la Zona Regable del Chanza y el Piedras, de cuya comunidad de regantes son comuneros. Cultivan fresas, arándanos, frambuesas y distintas variedades de cítricos, todos productos de primor de esta comarca onubense.
Pero tienen un problema que les hace perder competitividad frente a otros agricultores. Y es que en pleno siglo XXI, e integrados en una de las zonas agrícolas más modernas no solo de la provincia de Huelva, sino de toda Andalucía, se da la paradoja de que ni cuentan con acceso directo en vehículo a sus explotaciones agrícolas, y lo que es aún quizás más flagrante, ni con energía eléctrica en las mismas.
Una anomalía que no se debería consentir en un país como el nuestro y que este grupo de agricultores cartayeros achacan a la “desidia” municipal. Y es que según afirman, el problema de fondo es que tres propietarios de fincas han instalado dos postes y una gran cadena en el camino público que conecta El Legrete con la zona en la que tienen sus fincas (La Corniz), impidiéndoles totalmente el paso.
Aseguran que están ya cansados tras numerosas quejas y reclamaciones al Ayuntamiento, que comenzaron a ser formales y con presentación de escritos desde hace dos años “sin que ni con esas se nos haya echado cuenta y tomado en consideración”, afirman indignados, a lo que añaden que incluso no hace mucho el tema “se llevó al pleno, aprobándose la apertura del camino, para lo cual se dio un plazo de 20 días que, una vez cumplidos, se amplió a otros 10, sin que por el momento sepamos nada y seguimos esperando”. “Si Polo quisiera (por el alcalde, el independiente Juan Polo) esto estaría ya solucionado desde hace mucho tiempo”, grita con indignación uno de los agricultores mientras contempla con impotencia la cadena que le impide acceder de forma directa y electrificar su finca.
Y es que el tramo de camino cerrado, aunque de apenas un kilómetro, ocasiona a los afectados innumerables problemas como que por no poder recorrerlo se ven obligados a dar un rodeo por otros caminos y carreteras agrícolas de entre 4 y 5 kilómetros, según los casos; o que ni tan siquiera se puedan permitir dotar sus fincas con algo tan esencial como la energía eléctrica, imprescindible además para sus actividades agrícolas. Otro problema es el de un cabrero de la zona, al cual le resulta imposible desplazarse con su ganado a las zonas de más abundancia de pastos cercanas a las marismas del río Piedras, en el entorno del paraje conocido como La Tavirona.
“Estamos ya desesperados -aseguran- y solo queremos que el Ayuntamiento se tome en serio nuestras demandas y haga los trámites que tenga que hacer para solucionar esto”. “Sino los afectados estamos ya dispuestos a adoptar las medidas legales que creamos oportunas” concluyen.
Para dar a conocer sus demandas aseguran que ya lo han intentado por varias vías. En primer lugar mediante la petición de diálogo directamente con el Ayuntamiento, lo cual por el momento no les ha funcionado. También han llevado a cabo en los últimos meses una campaña de recogida de firmas para solicitar la llegada de energía eléctrica a la única zona agrícola de toda la Zona Regable del Chanza que aún no dispone de ella. El pliego ha sido suscrito por aproximadamente medio centenar de personas, casi todas agricultores, pero tampoco ha funcionado. Ya por último, y con el propósito de hacer más presión al Ayuntamiento han decidido acudir a la prensa. ¿Seguirá Juan Polo impasible ante el problema, las demandas, las quejas y las reivindicaciones de estos empresarios agrícolas cartayeros pese a estar en plena precampaña para las municipales del próximo 24 de mayo?.