El primer presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, aseguró ayer que durante la celebración de los primeros comicios electorales autonómicos en la región durante la presente época democrática la recuperación de la identidad de Andalucía “era el sentimiento generalizado entre la gente, estaba por encima de los partidos, y ganó el pueblo”.
En un coloquio junto al resto de candidatos a las primeras elecciones celebrado en el Parlamento andaluz con motivo de la inauguración de la muestra ‘La Democracia da la cara. Las ocho elecciones autonómicas andaluzas a través de sus carteles’, Escuredo repasó la etapa política de la Transición, que recordó como “un periodo de consenso, pero también un tiempo duro y de intranquilidad”.
Así, aseguró que en aquellos comicios “estaba en juego no sólo el futuro Parlamento, sino también la democracia española”, que por entonces se veía amenazada por el terrorismo y los intentos de golpe de Estado, como el fallido del coronel Tejero del célebre 23-F.
Escuredo aprovechó para alabar la Constitución española, “un texto imperfecto, pero el mejor que se podía hacer”, en cuyo marco se inició “la batalla por la redención de Andalucía y de lograr su libertad, que no era otra cosa que salir de la miseria” frente a la fortaleza que representaban otras autonomías como Cataluña, País Vasco y Galicia. “Por ello salimos a la calle aquel 4 de diciembre, para pedir no ser más que nadie, pero tampoco menos”, afirmó, al tiempo que reconoció los progresos experimentados, ya que “hasta hace poco en los pueblos mandaban los caciques y los votos se pastoreaban”.
Junto al ex presidente intervinieron los distintos candidatos que concurrieron a aquellas elecciones, a excepción de Antonio Hernández Mancha, cabeza visible de AP, que no pudo acudir al evento. Sí estaban presentes Luis Uruñuela (PSA), Luis Merino (UCD) y Felipe Alcaraz (PCA). El primero de ellos aludió a aquella manifestación como “la explosión del pueblo andaluz que concentró en la calle millón y medio de personas”, al tiempo que se congratuló por el cambio experimentado, si bien invitó a “hacer un esfuerzo por llegar a la media nacional”.
Por su parte, el candidato de UCD citó a Adolfo Suárez para resumir aquel periodo democrático, al afirmar que “había que cambiar las tuberías de un edificio viejo sin que los vecinos se molestasen”. “Fue una revolución, y el único muerto fue el partido que la hizo”, en alusión a la propia UCD, en una época en la que los políticos eran “leales adversarios y hoy grandes amigos”.
Por último, el candidato comunista Felipe Alcaraz comparó el exilio forzoso tras la Guerra Civil con una “retirada estratégica al otro lado de los Pirineos”, y aseguró que la Transición, la “teoría de la reconciliación nacional”, comenzó a fraguarse en 1956 por diferentes políticos y escritores encarcelados. Asimismo, bromeó acerca de la proyección del eslogan elegido por el PCA para las elecciones del 82, “Juntos podemos”, muy parecido al “Yes, we can” de Obama.
Coves presenta una lección de historia
La presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, presentó ayer la exposición ‘La Democracia da la cara. Las ocho elecciones autonómicas andaluzas a través de sus carteles’, a la que definió como “una lección de historia política”. La muestra estará presente hasta el 31 de enero de 2009 en el propio Parlamento, antiguo Hospital de la Sangre o de las Cinco Llagas.
“Nos emociona asistir a esta reunión de imágenes sobre nuestro pasado, en el que fue nuestro primer paso parlamentario en la recién iniciada democracia española”, señaló Coves, quien explicó que muchos de los carteles han tenido que ser reconstruidos a partir de recortes de prensa.