Siempre he tenido la mala costumbre de creerme lo que me dicen los políticos. Después, me doy cuenta que me han vuelto a engañar.
El concejal de Izquierda Unida, Álvaro Carreño, anunció el pasado viernes que la Consejería de Fomento ha librado el dinero necesario para finalizar las rotondas de entrada a Ronda y que las obras comenzarán en breve. Nuevamente tengo la tentación de alegrarme y de creerme la fantástica noticia. Sin embargo, en vista de los antecedentes, está vez voy a poner el tema en cuarentena. Hace unos meses el delegado del gobierno de la Junta de Andalucía, José Luis Ruiz Espejo, anunció que las obras del nuevo hospital se terminarían antes de que finalizara el año 2014. Parece claro que nos tomaron el pelo y que, hasta el momento, no se ha dado ni un solo paso que nos haga creernos lo prometido. En aquella ocasión pusimos un grandilocuente titular a cinco columnas, y la realidad es que al final todo quedó en papel mojado. Todavía estamos esperando una explicación de los motivos que hacen que, pese a que nos aseguraron que había dinero, todo siga absolutamente paralizado.
Como la experiencia es mala, tendremos que esperar a que lleguen las máquinas para pensar que realmente se materializan los anuncios de nuestros dirigentes.
A nivel político, la finalización de los accesos a la ciudad terminaría con el principal argumento de campaña que ha mantenido la alcaldesa en los últimos meses. Aquello de que la Junta de Andalucía tiene olvidada a la ciudad se vendrá abajo en caso de que finalmente se materialice la inversión de los más de tres millones de euros que son necesarios para la finalización de las rotondas. Prácticamente estamos en campaña electoral y con este anuncio el partido se iguala ya que las cifras invertidas por la Diputación y por la Junta serán importantes.
Los ciudadanos lo único que queremos es que se hagan las cosas. Izquierda Unida y el Partido Popular están cumpliendo con la ciudad. Ahora solo nos queda que los socialistas se den por aludidos y retomen las obras del Hospital.