La crisis económica está haciendo mella en el comercio isleño. Se cierran comercios en varias zonas de la ciudad pero este cierre afecta a incluso a comercios establecidos en plena calle Real. Para algunos es efecto de la crisis, para otros de las obras del tranvía. No existen conclusiones definitivas para los afectados.
Sólo en el tramo que va desde la iglesia de San Francisco hasta la Plaza de la Iglesia y en una misma acera han cerrado 4 comercios. Dos de ellos, una colchonería y una agencia de transportes han trasladado sus negocios a otra calle o a un polígono industrial. Otros han cerrado sus puertas, caso de una tienda de ropa infantil y la última una tienda de productos chinos.
Los comercios que han trasladado su actividad lo hacen en previsión de los efectos que puede tener la semipeatonalización de la calle Real para el desarrollo de su labor. Claro y evidente es el de la agencia de transportes, que ha buscado un lugar céntrico con buenas comunicaciones.
Dificultad para alquilar
El dueño de un local frente a la iglesia de San Francisco, reconocía a este medio la dificultad que tiene para alquilar el local y es que las obras del tranvía a la misma puerta del local hace difícil que alguien se interese por el.
Una papelería situada junto al futuro centro de congresos tiene colgado desde el verano el cartel de traspaso y todo también en previsión del corte del tráfico. Algunos hosteleros de la zona ya notan las pérdidas por el simple corte de la calle Real. El traslado de las paradas de autobuses ha hecho que varios bares y cafeterías hayan visto disminuir la clientela que generaba la espera de los autobuses.
Crisis, obras o corte del tráfico rodado, son algunas de las causas que barajan comerciantes de la calle Real, aunque para algunos todas son las causantes.
