Enero, febrero y marzo son los meses, junto con septiembre, en los que los gimnasios ven aumentado sus números de socios considerablemente. El principal motivo que lleva a las personas a apuntarse al gimnasio es perder esos kilos de más que se han obtenido durante las navidades o vacaciones de verano.
Por todo ello, los gimnasios no hacen más que innovar e introducir nuevos y novedosos ejercicios que además de conseguir que las personas hagan deporte, también les entretengan. Uno de éstos es el conocido como fitwalking o walking in door.
El fitwalking consiste en una clase colectiva en la que se realiza un trabajo aeróbico a través del uso de elípticas y siguiendo las indicaciones de un monitor/a. La clase dura entorno a los 30 o 40 minutos.
Las intensidades o velocidades tanto de la máquina como de las indicaciones del monitor se van corrigiendo a lo largo de la clase para conseguir mejores resultados. Además, para conseguir “engachar” a los usuarios, las clases suelen ir acompañadas de música actual para motivarlos.
Los beneficios del fitwalking son muchos y muy variados: se queman alrededor de unas 500 calorías por sesión, se puede bajar el colesterol e incluso controlar la aparición celulitis. No obstante, si lo único que se busca es bajar de peso, es recomendable acompañar estos ejercicios con una dieta supervisada por nutricionistas. Entre las más usuales encontramos: la dieta hipocalóricas, la dieta proteica y las bajas en grasas.
Por todo ello, es fundamental acompañar cualquier tipo de ejercicio con una vida sana y equilibrada que nos ayude a mantener fuerte nuestro cuerpo y mente.
