Dentro del proyecto Flamenco de Orilla a Orilla , promovido por la Junta de Andalucía desde el Instituto Andaluz del Flamenco , algunos tenemos la suerte de estar asistiendo a los cursos especializados para formar gestores culturales, que van acompañados de jornadas empresariales para su culminación y de espectáculos flamencos .
Cada viernes, nuestra formación se completa con una conferencia ilustrada a cargo de una autoridad e investigador en este campo, y la actuación de un artista de primer nivel en ese templo de nuestro arte más genuino que es la Sociedad del Cante Grande de Algeciras.
El pasado viernes, yo, al igual que otras sesenta y dos personas, estuvimos allí, y creo sin ánimo de exagerar que asistimos a unos momentos singulares, únicos y mágicos, en el que tras la presentación del presidente de la entidad, el sabio de Pepe Vargas, se inició una comunión entre el escenario y el público.
Fuimos a lo largo de la noche de Miguelina a Mariana, de una a otra gaditana, de la palabra de una musicóloga y profesora titular en la Universidad de Valencia, nacida en Trebujena, a la genialidad artística de una de las voces más genuinas de los cantes de Cádiz, que tiene como todas las grandes artistas su sello genuino y personal.
Miguelina nos llevó a lo largo de cuarenta minutos de amena, didáctica y brillante exposición a revisar la historia, para hacer justicia e incorporar la visión femenina al arte flamenco, y lo hizo recorriendo la música preflamenca, el folclor andaluz y latinoamericano, pasando por el mestizaje y el papel de la mujer en lo que hoy ha sido reconocido patrimonio de la humanidad, aunque siempre lo haya sido.
Y de Miguelina nos transportamos a la esencia de los cantes de Cádiz, de la mano de Mariana, sobrina de Canalejas de Puerto Real, que a lo largo de una hora y quince minutos nos sedujo con su arte, su gracia y su profesionalidad. Se produjo el lujo y el embrujo de una gran actuación que culminó con un aplauso de tres minutos de duración y el público puesto en pie, y todos los que allí tuvimos la suerte de estar sentimos el duende de la Cornejo y el pellizco de su forma de interpretar.
Si el pasado viernes viajamos de Miguelina a Mariana, dos mujeres que aman el flamenco y que lo enriquecen desde sus estudios y sus cantes, el próximo tendremos la suerte de contar con José María Velázquez-Gaztelu, que lleva más de un cuarto de siglo presentando en Radio Nacional de España el prestigioso programa Nuestro Flamenco, por el que han pasado todas las grandes figuras y que fue el padre de la serie de Televisión Española Rito y Geografía del Cante y del Baile.
Pero si esto no fuera suficiente, para culminar la faena, contaremos con otra de las cantaoras más emblemáticas de Cádiz, Carmen de la Jara, que entre otros galardones obtuvo en el año 2010 el Premio Nacional al mejor disco Flamenco, Tesoros del Cante Antiguo Gaditano, otorgado por la Cátedra de Flamencología de Jerez.
José María y Carmen nos harán vibrar contándonos y cantándonos la importancia del Flamenco en la historia como música de la vida. Estoy seguro que uno y otro querrán contar con ustedes y que es una ocasión que no se pueden perder. Así que ya saben, a las diez de la noche tenemos una cita el viernes 19 en la Sociedad del Cante Grande de Algeciras. ¡No me falten!
