La alcaldesa dice que está ?encantada de hacer el convenio, pero que vengan y me lo digan?
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, desayunó ayer con la noticia que publicó este periódico de que Medio Ambiente tendía la mano al Ayuntamiento para acometer conjuntamente, y no en solitario, las obras de urgencia que requiere el molino del Río Arillo ante el mal estado que presenta, aunque no reconocía como suya la titularidad del inmueble.
Martínez no pudo ocultar en público su malestar ante este anuncio y en rueda de prensa dijo que “en este momento estoy como una moto” porque, además, afirmó se enteró por la prensa y no por una comunicación oficial de Medio Ambiente.
Fuentes del ministerio afirmaron el miércoles que el bicentenario molino de mareas sigue a nombre de Unión Salinera en el Registro de la Propiedad, pero que “no obstante”, Medio Ambiente “está en disposición de colaborar con la administración local con el fin de proteger tan singular edificación y favorecer de este modo su conservación y puesta en valor”. La alcaldesa se queja ahora de que haya pasado el tiempo sin haberse hecho ninguna actuación en el edificio. “¿Cuánto tiempo nos han hecho perder a esta ciudad desde el año 2007 cuando dijeron es nuestro, lo vamos a hacer nosotros, tenemos el proyecto, y el Ayuntamiento no tiene nada que hacer?”, señaló una visiblemente indignada Martínez. “Y ahora, a través de los medios de comunicación, que no con un comunicado al Ayuntamiento, dice podríamos llegar a un acuerdo... Se lo hemos dicho, cédanoslo en concesión y nosotros lo hacemos”, añadió.
El Consistorio expropió el molino a su titular, Unión Salinera, por no encargarse de los preceptivos requerimientos de seguridad y ornado, pero acusa a Medio Ambiente de apartarles del proyecto con el deslinde de 2007. Son cuatro años sin ejecutarse proyecto de rehabilitación alguno. Según Martínez, si el edificio hubiera dependido del Consistorio gaditano el panorama hubiera sido distinto. “Ya podía estar hecho porque en cuatro años, como hacemos las cosas en este equipo de Gobierno, por fases, con el proyecto que teníamos estaría consolidado y rehabilitado porque el proyecto que nosotros presentamos era la reconstrucción de los planos del molino del Río Arillo que tienen obra en este Ayuntamiento”. Martínez culminó la frustración con una frase muy gráfica: “Cuatro años perdidos. No me digan a mí que es para que a esta alcaldesa se la lleven los demonios”.
Acto seguido, la alcaldesa se mostró favorable a hacer las obras conjuntamente con Medio Ambiente: “Yo estoy encantada de hacer el convenio, pero que vengan y me lo digan, porque igual dentro de tres meses hemos cambiado de opinión”.
Martínez hizo una última reflexión sobre la forma de contestación del ministerio al requerimiento de obras del Consistorio. No sólo se quejó de que no se hayan seguido los cauces oficiales y tuviera que enterarse por la prensa. También le molestó el anonimato: “Yo no sé quién lo ha dicho. Ministerio de Medio Ambiente, de abajo arriba, de arriba a abajo, ¿quién?”.