?Más que nunca hablamos de terrorismo industrial?

Los trabajadores de Cádiz Electrónica ha valorado positivamente la información facilitada por la empresa Visteon en la que se confirma que esta multinacional ha cerrado el primer semestre del 2011 doblando los beneficios del año anterior. Esta noticia toma mayor relevancia si se tiene en cuenta que en ese presupuesto se incluyen los gastos del cierre de la planta portuense.

Según han manifestado los representantes de la empresa, la mejora en los resultados del pasado semestre se debe a un aumento de la rentabilidad que ha tenido como consecuencia un incremento de la producción. Estos datos vienen a confirmar las afirmaciones de los trabajadores que, desde que se anunciara el cierre el pasado 23 de junio, mantienen que la planta de Cádiz es rentable y que da como resultado un buen margen de beneficios para la empresa.

El presidente del comité de empresa, Bartolomé Bruzón, ha manifestado que “esta información no hace otra cosa que confirmar lo que venimos diciendo desde hace tiempo, que no hay pérdidas de beneficios y que la única intención de la empresa es la de llevarse la planta a otro país”. Los trabajadores han manifestado desde el inicio del conflicto laboral que la operación de cierre de Visteon se debe a una actuación de “terrorismo industrial” una expresión que toma cada vez más fuerza a juicio de Bruzón ya que, “es evidente que no hay motivos para cerrar la planta, simplemente buscan ubicarse en otro lugar que le pueda reportar más beneficios”.

Esta información conocida reciénteme certifica que hasta junio la empresa logró una cifra de negocio de 2.902 millones de euros, lo que supone una subida del casi el 8% en relación a los resultados del año pasado.
Además, para el cierre del año, Visteon prevé obtener una facturación de 5.594 y 5.734 millones de euros, algo que contrasta claramente con la necesidad urgente de cerrar la planta. Según Bartolomé Bruzón, todos estos datos podrían servir como pruebas evidentes a la hora de comenzar una batalla para demostrar la ilegalidad del cierre y así evitar el despido de los casi 400 trabajadores. Hay que recordar que la empresa mantiene hasta el momento su intención de cerrar la planta portuense en la que actualmente sólo están trabajando activamente 60 personas. La posibilidad del ERE ha quedado suspendida temporalmente hasta el 2 de septiembre.

Para el representante de los trabajadores todos los datos que confirman el buen estado de la empresa no hacen otra cosa que “demostrar que la actividad en la planta de El Puerto tiene que seguir funcionando”.