El phishing bancario, un método de fraude digital que pone en riesgo la seguridad de las personas consumidoras, ha alcanzado niveles alarmantes en Andalucía durante 2024. Según un reciente estudio de ADICAE Andalucía, más de 40.000 denuncias por estafas bancarias mediante técnicas de suplantación de identidad se han presentado este año, lo que representa un gran desafío para la confianza en el sistema financiero.
El Informe de Cibercriminalidad de la Policía Nacional del tercer trimestre del año detalla que, de las 81.315 denuncias relacionadas con delitos informáticos en la región, cerca del 50 % corresponden a fraudes bancarios. A su vez, un 26,83 % de las reclamaciones ante el Banco de España en 2023 estaban vinculadas a estafas con tarjetas de crédito o cuentas bancarias.
ADICAE Andalucía denuncia que las entidades financieras no están cumpliendo con su deber de garantizar la seguridad de las transacciones digitales. Según la organización, este problema se agrava durante la campaña navideña, cuando aumentan las compras online, los pagos con tarjeta y las transferencias familiares, lo que resulta en un incremento de los intentos de estafa a través de correos electrónicos, SMS y llamadas que suplantan la identidad de bancos.
El Defensor del Pueblo Andaluz, en un informe de 2023, destacó que la responsabilidad no puede recaer en los consumidores que actúan con diligencia pero son víctimas de engaños elaborados. ADICAE comparte esta posición y exige que los bancos implementen sistemas más seguros y asuman las reclamaciones de los clientes afectados por fraudes.
El phishing, explica ADICAE, incluye correos electrónicos fraudulentos que redirigen a sitios web falsos para obtener datos bancarios. Otras formas incluyen vishing, a través de llamadas de voz que simulan ser de la entidad bancaria, y fraudes en redes sociales, donde perfiles falsos dirigen a webs engañosas.
Los tribunales españoles, según el estudio, suelen fallar a favor de los consumidores en este tipo de casos, considerando que son la parte más vulnerable. ADICAE recalca que la legislación europea y española obliga a los bancos a verificar la identidad y seguridad de las transacciones, salvo que se demuestre negligencia por parte del cliente.
Finalmente, la organización insta a los consumidores andaluces a reclamar sus derechos y unirse a una defensa colectiva frente a las entidades que se nieguen a asumir responsabilidades.
