La Armada ha comenzado el ejercicio MAR 24-2 que se está desarrollando en aguas del golfo de Cádiz, estrecho de Gibraltar y Mar de Alborán. El ejercicio MAR 24-2 está enfocado principalmente en el área de guerra sobre la superficie (Above Water Warfare, AWW).
Además de los tres pilares fundamentales de la guerra electrónica, guerra de superficie y guerra anti-aérea, este operativo ha sido diseñado para permitir seguir avanzando en el diseño y análisis de técnicas de defensa contra vehículos no tripulados y amenaza basada en técnicas disruptivas presente en diferentes contextos de operaciones en la actualidad.
La agrupación naval que toma parte en MAR 24-2 está compuesta por cuatro fragatas y un buque de aprovisionamiento de combate. Durante el ejercicio, se integrarán en la agrupación durante diferentes periodos el buque “Juan Carlos I” y los barcos “Galicia” y “Castilla”.
Entre los medios colaboradores, que desarrollan un importante role como capacitadores para el adiestramiento, se encuentran aeronaves de todas las Escuadrillas de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, el remolcador “La Graña”, Equipos Operativos de Seguridad de Infantería de Marina y de la Marina Militare italiana, aviones F-18 y D4 del Ejercito del Aire y del Espacio, baterías del Regimiento de Artillería de Costa nº4 del Ejército de Tierra, helicópteros del MH60R del Escuadrón HSM-79 Griffins de la US Navy con base en Rota, así como un simulador embarcable de emisiones y perturbación, y un avión del Joint Electronic Warfare Core Staff (JEWCS) de la OTAN, basado en Yeovilton (Reino Unido).
Las sinergias creadas entre las diferentes unidades participantes, que sumarán un total de 1 800 personas, permitirán generar un escenario con numerosos desafíos para una fuerza naval que trata de alcanzar el control local del mar, garantizando la seguridad del tráfico mercante en dos estrechos internacionales simulados y que han sido creados para la ocasión.
Durante el ejercicio, la agrupación naval operará bajo la amenaza de fuerzas convencionales y otras no convencionales, materializadas en esta ocasión por vehículos aéreos no tripulados (UAV) del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), en un escenario similar al existente actualmente en el Mar Rojo y en el Estrecho de Bab el Mandeb.
Este escenario resulta de gran valor para los buques participantes, pues la gran variedad de eventos programados permitirá adiestrar a sus dotaciones, a todos los niveles, desde ejercicios marineros, de tiro naval o guerra electrónica; hasta otros tácticos más complejos a nivel de agrupación donde se ejercita el proceso de toma de decisiones en un ambiente incierto y volátil.
