Un ciudadano europeo medio consume 128 litros de agua al día, mientras que el consumo por turista oscila entre 450 y 800 litros, según datos facilitados por la compañía Idrica, dedicada a las tecnologías del sector, que destaca la importancia de la digitalización sobre todo en localidades turísticas.
"Los turistas aprovechan este recurso natural tan valioso tanto en piscinas como en playas, lagos y ríos", precisa un comunicado de Idrica, aunque "el agua es un recurso limitado y el disfrute debe ir acompañado de un compromiso con la sostenibilidad".
La compañía recuerda que el número de turistas extranjeros que visitaron España en 2023 superó los 85 millones (un 18,7 % más que en 2022) por primera vez desde que existen registros estadísticos y que uno de los lugares más atractivos "sigue siendo las localidades con playas", caracterizadas algunas de ellas por "contar con poblaciones de menos de 50.000 habitantes pero tener a su vez grandes incrementos de crecimiento de población estacional, llegando a triplicar sus habitantes en época estival".
Los beneficios económicos para estas poblaciones contrastan así con el "elevado riesgo" en cuanto al suministro de agua debido al mayor consumo de los turistas respecto a los ciudadanos locales, lo que según el comunicado hace imprescindible la aplicación de estrategias de digitalización "no sólo para abordar los desafíos inmediatos de la gestión del recurso hídrico, sino para sentar las bases de un desarrollo sostenible a largo plazo".
Propuestas digitales
El empleo de plataformas digitales de control, entre las cuales Idrica cita la de Xylem Vue de GoAigua para la gestión del ciclo urbano del agua ha permitido "notables mejoras" hasta el punto de que algunos gobiernos municipales han logrado reducir su agua no registrada en un 35 % en los últimos años y alcanzar un rendimiento en sus redes de distribución superior al 89 %.
Entre las "estrategias clave" propuestas para hacer frente al problema, los técnicos plantean la monitorización inteligente del agua utilizando el Internet de las Cosas, así como los sistemas de gestión integrados con Inteligencia Artificial y 'Big Data'.
Estas tecnologías digitales son capaces de identificar patrones de consumo, diseñar estrategias de conservación, detectar y facilitar la reparación de fugas, predecir la demanda y ajustar el suministro de manera eficiente.
Igualmente, apuestan por potenciar las tecnologías de reciclaje y reutilización de aguas grises y los sistemas de riego inteligente para aprovechar el agua de usos no potables.