La lonja de los pescadores: de la tradición a la modernidad
Sin duda alguna, uno de los lugares de Estepona de mayor tradición y singularidad es la lonja pesquera del Puerto
Sin duda alguna, uno de los lugares de Estepona de mayor tradición y singularidad es la lonja pesquera del Puerto de la localidad, donde la transición hacia la modernidad se está produciendo mientras el trasiego diario de barcos, pescadores y empresarios se sucede sin descanso desde que el día amanece hasta que se pone el sol.
No es la primera vez que Estepona Información se calza las botas de agua para pasar una jornada con uno de los sectores que componen el motor económico de un municipio donde en opinión de algunos el ladrillo y el turismo son las únicas fuentes de ingreso de una localidad, hoy castigada más que nunca por la lacra del desempleo.
Sin embargo y muy lejos de esa realidad, nuestra flota y pescadores miran cada día hacia otro lado, el mar, para tratar de pelear, y pelear muy duro, sus días con el fin de recuperar un sector que también está siendo golpeado por la crisis, con el agravante de ser una de las profesiones más duras a las que alguien se puede dedicar.
Los barcos
Son poco más de las seis de la tarde. El tiempo no puede ser más perfecto, logrando una estampa única en la que mientras ya hay barcos de arrastre dejando la mercancía pescada en una jornada que aún no acaba aquí, pero que empezaba a las cinco y media de la mañana, otras naves van entrando en el Puerto, mientras centenares de gaviotas acompañan a las tripulaciones al olor del pescado capturado.
Gambas de estepona o rapes, son los protagonistas de hoy, al menos para este tipo de barcos, que ahora dan paso a la pesca de cerco que aún tiene por delante las dos o tres millas de los puntos donde las tripulaciones de las naves dedicadas a este tipo de pesca esperan encontrar jureles, boquerones o sardinas.
Y mientras este trasiego de barcos, pescadores, armadores y hombre arreglando redes o balizas en los pantalanes captan toda nuestra atención, así como la de los turistas que se han acercado como nosotros hasta este lugar, en una carpa provisional, instalada mientras la lonja esté en obras, hace unos minutos que la curiosa subasta de las capturas ha comenzado.
Nos acercamos hasta allí, donde fuimos recibidos por Francisco Pérez, un conocido empresario hostelero de la localidad, quien nos guió en tan singular compra, con una pda en mano gracias a la cual el sistema de venta está totalmente informatizado.
Precisamente con él dimos una vuelta por la pequeña instalación para comprobar de mano de quienes más saben, junto con los pescadores, del género que en Estepona se vende, así como del sistema que se emplea para la compra.
Todo ordenado en cajas, que a diferencia de antes ya son de tres kilos en adelante; un hecho que, según Francisco supone una ventaja porque evita que haya que tener que comprar en grandes cantidades. “Un avance dado los tiempos de crisis que corren”, asegura Francisco, mientras nos explica que el pescado se vende del “más fino al más barato, siendo los pulpos lo último que se pone a la venta”.
Precisamente es la enorme cantidad de pulpo la que llama nuestra atención, aún más después de saber, porque Francisco nos lo ha contado, que se lo llevan a Galicia, donde aseguran que el genéro es de allí. En definitiva descubrimos que el mejor pulpo no es el gallego, sino el esteponero; una circunstancia parecida al caso de las gambas blancas, después de descubrir que por 80 euros el kilo tenemos unos moluscos que nada tienen que enviar a los de Huelva.
La subasta
Durante nuestro paso por la carpa, fijamos nuestros ojos en un ejemplar de Rubio, uno de los mejores pescados a la venta hoy. Francisco Pérez me cuenta que va a esperar a que el precio baje hasta los doce euros el kilo, y eso es precisamente lo que hacemos hasta conseguir la pieza, que, sin duda , mañana hará las delicias de los clientes de este empresario que gasta semanalmente unos tres mil euros. Una cantidad similar a la que gastan al día el responsable de compras de una gran superficie de la localidad, Rafael Fernández, quien nos confiesa que el supermercado se nutre de esta lonja para hacer lucir todos los días el mostrador del pescado tal y como lo hace. Salmonetes, rapes, cigalas o gambas blancas es lo que mañana podrán comprar sus clientes garantizando de manera directa la relación entre la calidad y los precios.
Sin embargo, es Paco Serrano quien llama nuestra atención, después de comprobar que cada día a las seis en punto viene desde Málaga para comprar el género que vender al día siguiente en las dos pescaderías malagueñas que posee en la capital.
“Me gasto diariamente unos tres mil euros de media. No pongas cara de sorpresa porque no soy el único que viene a diario para comprar el pescado aquí. Esta es la mejor subasta de toda la zona. El mejor género está aquí. Eso sí, lo bueno hay que pagarlo”, afirmaba Pérez a quien también acompañamos durante su rato de compra.
Pescaderos de Estepona, empresarios locales, grandes, medianos o pequeños, apuestan por Estepona, al igual que nuestro compañero de aventura Francisco Pérez quien afirmó que espera que pronto esté acabada la nueva lonja, añadiendo que eso dotará de una mayor modernidad al sector pesquero local, después de un invierno en el que todos han pasado mucho frío bajo esa carpa provisional. “Esperemos que la crisis pase pronto para que todos salgamos ganando. La profesión de pescador es durisíma, pero la labor de los empresarios que hemos seguido apostando por Estepona también”, precisaba Francisco mientras añadía que la Semana Santa espera que sea el inicio de una campaña mejor que la anterior”.
Son casi las ocho, hora de despedirse de todos, que ya montan sus mercancías en sus vehículos mientras entre ellos también se despiden hasta el día siguiente. Porque no olviden que el motor no para pese a todo.
Vean el reportaje completo en Estepona Información
No es la primera vez que Estepona Información se calza las botas de agua para pasar una jornada con uno de los sectores que componen el motor económico de un municipio donde en opinión de algunos el ladrillo y el turismo son las únicas fuentes de ingreso de una localidad, hoy castigada más que nunca por la lacra del desempleo.
Sin embargo y muy lejos de esa realidad, nuestra flota y pescadores miran cada día hacia otro lado, el mar, para tratar de pelear, y pelear muy duro, sus días con el fin de recuperar un sector que también está siendo golpeado por la crisis, con el agravante de ser una de las profesiones más duras a las que alguien se puede dedicar.
Los barcos
Son poco más de las seis de la tarde. El tiempo no puede ser más perfecto, logrando una estampa única en la que mientras ya hay barcos de arrastre dejando la mercancía pescada en una jornada que aún no acaba aquí, pero que empezaba a las cinco y media de la mañana, otras naves van entrando en el Puerto, mientras centenares de gaviotas acompañan a las tripulaciones al olor del pescado capturado.
Gambas de estepona o rapes, son los protagonistas de hoy, al menos para este tipo de barcos, que ahora dan paso a la pesca de cerco que aún tiene por delante las dos o tres millas de los puntos donde las tripulaciones de las naves dedicadas a este tipo de pesca esperan encontrar jureles, boquerones o sardinas.
Y mientras este trasiego de barcos, pescadores, armadores y hombre arreglando redes o balizas en los pantalanes captan toda nuestra atención, así como la de los turistas que se han acercado como nosotros hasta este lugar, en una carpa provisional, instalada mientras la lonja esté en obras, hace unos minutos que la curiosa subasta de las capturas ha comenzado.
Nos acercamos hasta allí, donde fuimos recibidos por Francisco Pérez, un conocido empresario hostelero de la localidad, quien nos guió en tan singular compra, con una pda en mano gracias a la cual el sistema de venta está totalmente informatizado.
Precisamente con él dimos una vuelta por la pequeña instalación para comprobar de mano de quienes más saben, junto con los pescadores, del género que en Estepona se vende, así como del sistema que se emplea para la compra.
Todo ordenado en cajas, que a diferencia de antes ya son de tres kilos en adelante; un hecho que, según Francisco supone una ventaja porque evita que haya que tener que comprar en grandes cantidades. “Un avance dado los tiempos de crisis que corren”, asegura Francisco, mientras nos explica que el pescado se vende del “más fino al más barato, siendo los pulpos lo último que se pone a la venta”.
Precisamente es la enorme cantidad de pulpo la que llama nuestra atención, aún más después de saber, porque Francisco nos lo ha contado, que se lo llevan a Galicia, donde aseguran que el genéro es de allí. En definitiva descubrimos que el mejor pulpo no es el gallego, sino el esteponero; una circunstancia parecida al caso de las gambas blancas, después de descubrir que por 80 euros el kilo tenemos unos moluscos que nada tienen que enviar a los de Huelva.
La subasta
Durante nuestro paso por la carpa, fijamos nuestros ojos en un ejemplar de Rubio, uno de los mejores pescados a la venta hoy. Francisco Pérez me cuenta que va a esperar a que el precio baje hasta los doce euros el kilo, y eso es precisamente lo que hacemos hasta conseguir la pieza, que, sin duda , mañana hará las delicias de los clientes de este empresario que gasta semanalmente unos tres mil euros. Una cantidad similar a la que gastan al día el responsable de compras de una gran superficie de la localidad, Rafael Fernández, quien nos confiesa que el supermercado se nutre de esta lonja para hacer lucir todos los días el mostrador del pescado tal y como lo hace. Salmonetes, rapes, cigalas o gambas blancas es lo que mañana podrán comprar sus clientes garantizando de manera directa la relación entre la calidad y los precios.
Sin embargo, es Paco Serrano quien llama nuestra atención, después de comprobar que cada día a las seis en punto viene desde Málaga para comprar el género que vender al día siguiente en las dos pescaderías malagueñas que posee en la capital.
“Me gasto diariamente unos tres mil euros de media. No pongas cara de sorpresa porque no soy el único que viene a diario para comprar el pescado aquí. Esta es la mejor subasta de toda la zona. El mejor género está aquí. Eso sí, lo bueno hay que pagarlo”, afirmaba Pérez a quien también acompañamos durante su rato de compra.
Pescaderos de Estepona, empresarios locales, grandes, medianos o pequeños, apuestan por Estepona, al igual que nuestro compañero de aventura Francisco Pérez quien afirmó que espera que pronto esté acabada la nueva lonja, añadiendo que eso dotará de una mayor modernidad al sector pesquero local, después de un invierno en el que todos han pasado mucho frío bajo esa carpa provisional. “Esperemos que la crisis pase pronto para que todos salgamos ganando. La profesión de pescador es durisíma, pero la labor de los empresarios que hemos seguido apostando por Estepona también”, precisaba Francisco mientras añadía que la Semana Santa espera que sea el inicio de una campaña mejor que la anterior”.
Son casi las ocho, hora de despedirse de todos, que ya montan sus mercancías en sus vehículos mientras entre ellos también se despiden hasta el día siguiente. Porque no olviden que el motor no para pese a todo.
Vean el reportaje completo en Estepona Información
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