CCOO denuncia que los pagos de Nueva Rumasa a la entidad sanluqueña "están paralizados"
Los ánimos en la cooperativa Virgen de la Caridad están bastante caldeados después de que se hayan cumplido sus peores presagios y el grupo Nueva Rumasa, de la familia Ruiz Mateos y propietario de bodegas Caydsa tras adquirir en 2009 del cien por cien de las bodegas sanluqueñas a la citada cooperativa, haya presentado finalmente concurso de acreedores para 10 empresas.
Otro jarro de agua fría que ha coincidido con los despidos de dos trabajadores de la cooperativa, según confirmó ayer el secretario general del sector provincial agroalimentario de CC.OO, Luis Páez Fernández, que teme que estos casos no sean los únicos.
De hecho, como indica, la decisión de Nueva Rumasa de acogerse a este “preconcurso” de acreedores ha supuesto la paralización de los pagos obligados por ley, lo que está “asfixiando” a la entidad sanluqueña, dado que el acuerdo suscrito por la empresa familiar de Ruiz Mateos contempla el compromiso por parte de Nueva Rumasa de comprar 10.000 botas al año a la cooperativa durante los próximos 25 años, garantizando así a los 800 viticultores que pertenecen a la misma la venta de la producción del mosto, compromiso que no se está cumpliendo, en detrimento de casi un millar de familias que viven de esta actividad en la localidad y de los 14 trabajadores de las instalaciones.
Sin embargo, desde el seno de la cooperativa, que ayer mantuvo una reunión durante buena parte del día por esta situación, se muestran cautos y, pese a confirmar que se han producido dos despidos, aseguran que están “negociando” para intentar arreglar la situación así como para readmitir a estos dos empleados. No obstante, su presidente, Juan Sarmiento, no oculta su “preocupación” por los duros momentos que atraviesan.