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Tambucho y Emparrillao

La Semana Mayor

Al final, penas y alegrías pasarán de largo y todo volverá a la normalidad, con la esperanza de que el próximo año nuestras imágenes paseen por las calles...

Publicado: 13/04/2024 ·
09:49
· Actualizado: 13/04/2024 · 09:49
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  • Semana Santa,
Autor

Manuel Varo Pérez “Ica”

Autor que cantara a su pueblo por carnavales y escribiera parte de su historia en Barbate Información, Trafalgar Información y Viva Barbate

Tambucho y Emparrillao

Narrador empedernido de un paraíso llamado Barbate, donde la naturaleza se distingue por su belleza

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A los sones del viento y la lluvia en lugar de trompetas y tambores, este año se despedía  la Cuaresma con más sufrimiento que dolor. Para el mundo cofrade ha sido dramático que huracanes, danas y temporales hicieran su aparición por Semana Santa, ya que a muchos pueblos y ciudades les ha resultado imposible sacar a las calles sus patrimonios de valores incalculables: históricos y espirituales ornamentados tronos de plata y oro embellecidos con las flores más bonitas, jarrones, veladores y todo tipo de alhajas, en los multitudinarios desfiles procesionales, para que sus titulares representaran el calvario que sufrió aquel judío antes de su crucifixión y muerte. Uno de los acontecimientos más importantes y el mayor sacrificio que hizo Dios por amor a la humanidad, ya que morir en la cruz era un acto humillante destinado a los peores ladrones. Por lo que este suceso histórico,  quizás el más influyente para la exaltación de la pasión y muerte de Jesucristo, fue elegido por Hermandades y Cofradías en conmemoración de la Semana Mayor de los cristianos como símbolo de dolor, amor y pobreza. Con el tiempo, estas estaciones de penitencia fueron cobrando  pomposidad, boato y embellecimiento, hasta convertirse en una de las mayores festividades del mundo cristiano, cuando su origen, según los libros sagrados, se vivió  en la más absoluta pobreza.        

Menos mal que ‘Nelson’ era manco, si no, además de la Semana Santa, nos arruina hasta la ‘temporá de almadraba’. Es verdad que nunca llueve  gusto de todos, pero hacía días que los pronósticos climatológicos apagaban de antemano velas y cortejos,  aumentando las penas de cofrades y capillitas; sembrando el pánico en turismo, hostelería, alquileres de viviendas, trabajadores, y en todas las familias españolas que ya habían proyectado sus de vacaciones. Por otro lado, la inestabilidad creada por la lluvia, de alguna manera favorecía  a otros sectores cuya economía depende exclusivamente del campo y regadío, que en sentido opuesto, esperaban estas precipitaciones como ‘agua de mayo’ para que fertilizara árboles y cultivos, cambiando los colores ocres que ponían en peligro la temporada de recolección, por el verde esperanza que haría florecer sus cosechas. Y por supuesto, seguro que sería algo frustrante para los paseadores de ‘varas y medallas’,  no poder  desarrollar sus altaneras vanidades, o para los que se empeñan en mantener las tradiciones de los ‘domingos  de muerte’, castigando y maltratando a toros embolados.

Al final, penas y alegrías pasarán de largo y todo volverá a la normalidad, con la esperanza de que el próximo año nuestras imágenes paseen por las calles la pasión de Jesucristo. No ocurrirá lo mismo con esa matanza masiva que ya no es ni noticia porque el mundo se olvidó de ellos. Solo  el Papa Francisco en su mensaje de Pascua ha pedido un «inmediato alto el fuego» en Gaza y la entrada de ayuda humanitaria. Pero al parecer, Francisco tiene menos mando que ‘Don Diego el Sacristán’. Así que mientras poderosos  estados sigan  enviando armas para que los jueces de la biblia continúen practicando ese ‘Vía Crucis’ que sufren tantos inocentes, la historia seguirá teniendo mala memoria, como ya pasara en ‘cuelgamuros’,  o el demonio le está robando la moral y la ética al mundo cristiano.

El olvido de los que sufren son espinas que se clavan en nuestras conciencias y nos duelen cada vez que les recordamos. Aunque sea de año en año.

 

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