Están cansados de los ?incumplimientos? del administrador único, que les adeuda ya cinco nóminas
Se acabó el voto de confianza a la dirección de la empresa salinera de Proasal. Después de un ultimátum que ha superado el mes, frente a los 15 días iniciales que la plantilla dio al administrador único para que les pagara las ya cinco nóminas que les adeuda, los trabajadores no pueden más ante los “incumplimientos” y ya barajan pasar a la acción de una vez por toda tras la manifestación que protagonizaron el pasado mes de septiembre a las puertas de las oficinas centrales.
No obstante, esta vez sus protestas no se quedarán reducidas a meras pancartas. Según indicó el enlace sindical de los trabajadores, Ricardo Ces, el personal está “tan indignado” que se está planteando hacer huelga a corto plazo e ir aumentando progresivamente la intensidad de sus acciones de presión. “Empezaríamos con una huelga de un día, dos y hasta de semanas”, manifestó Ces, dado que, como indica, el personal “está quemado” sobre todo porque la campaña de la aceituna ya ha concluido “no hemos parado de tener trabajo y no sabemos dónde ha ido el dinero”.
De hecho, según explica, aunque sólo han percibido 700 euros en concepto de adelanto, la cifra contrasta con las 80.000 toneladas de sal que han vendido en los últimos meses. “Trabajo hay un montón e incluso estamos echando horas extras, así que no sabemos que está haciendo con el dinero”. Sin embargo, pese al malestar, que es aún más acuciante en el sector de empaquetados porque es donde los salarios son más bajos, hay una parte de la plantilla que está “adormilada” por temor a represalias, dado que son trabajadores más mayores “que llevan toda la vida trabajando y no se atreven a dar el paso”, añade.
En cualquier caso, lo que tienen claro es que el administrador único “no ha cumplido con su palabra de nuevo” y las cosas no se pueden quedar así, por lo que esperan poder concretar acciones esta misma semana. Aunque la situación de los trabajadores de Proasal se ha agravado considerablemente desde el pasado verano, los problemas vienen de lejos, aunque no fue hasta el pasado mes de septiembre cuando coincidiendo con el malestar de los empleados la dirección envió un comunicado interno en el que ante la dificultad de pagar al contado, así como el alto absentismo de la plantilla amenazaba con presentar un ERE extintivo para unos 40 trabajadores, pertenecientes al departamento de la paquetería. Un extremo que no llegó a materiazarse y que el administrador único acabó descartando.