La Seguridad Social necesitaría casi 6,4 millones de afiliados adicionales en 2050 para que el saldo contributivo del sistema registrara déficit cero, según un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
De acuerdo con este informe, el dato más relevante para conocer la salud del sistema de pensiones de la Seguridad Social, dejando fuera el subsistema de clases pasivas, es su saldo contributivo, que recoge mayoritariamente los ingresos por cotizaciones, sin incluir transferencias del Estado; y los gastos contributivos, cuyo principal componente son la pensiones contributivas.
El estudio señala que el saldo por operaciones no financieras que ofrece mensualmente la Seguridad Social "se ha ido alejando del saldo contributivo desde que la cada vez mayor diferencia entre prestaciones y cotizaciones obligó a utilizar las transferencias para financiar tanto los denominados gastos impropios, como parte del déficit existente".
"A partir de 2020 es cuando se empiezan a separar ambas series y, con el último dato disponible (junio 2023), el déficit anual por operaciones no financieras es de unos 3.600 millones, mientras que el déficit contributivo anual, con los datos de diciembre de 2022, es del 1,98% del PIB, que supone 26.300 millones de euros", expone el estudio.
La Fundación BBVA y el Ivie señalan que esta cantidad se puede relacionar con el número de afiliados adicionales que serían necesarios para conseguir un déficit contributivo igual a cero.
De acuerdo con sus cálculos, suponiendo que la entrada en el sistema se produjera con una base de cotización igual a la base promedio actual, en 2022 hubieran hecho falta unos 3.780.000 afiliados adicionales para lograr el déficit cero.
Teniendo en cuenta que en diciembre de 2022 el número de parados era de 3.024.000, el informe asegura que sería necesario que además de que todos los parados pasaran a afiliados, habría que buscar entre la población en edad de trabajar, pero inactiva, unas 750.000 personas adicionales, lo que supone un 3,2% extra de la población activa.
"La solución para conseguir un déficit contributivo igual a cero es difícil de conseguir recurriendo a un aumento tan grande del número de afiliados", señala el estudio, que precisa que el máximo déficit se alcanzó en marzo de 2021 e implicaba un número de afiliados adicionales necesarios de 4,8 millones de personas.
Aunque los autores ven difícil hacer proyecciones sobre lo que puede ocurrir en un sistema de pensiones inmerso en reformas, recuerdan que las proyecciones de población 2022-2072 del Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a que determinados factores demográficos reducirán para 2050 el peso del grupo de activos (entre 16 y 64 años), que pasará del 64,9% en 2022 al 56,5% del total de la población en 2050.
Por el contrario,
el porcentaje de mayores de 64 años pasará del 20,1% en 2022 al 30,4% de la población en 2050 por las jubilaciones de los 'baby boomers', el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, que para los individuos de 67 años pasará de 19,98 años en 2023 a 21,88 años en 2050 y a 22,60 años en 2070.
El estudio señala que la migración "tampoco podrá compensar la necesidad de cotizantes", con un saldo migratorio esperado de 487.000 personas en 2023, que bajará hasta 250.000 en 2050 y subirá hasta 294.000 en 2070, según las mismas proyecciones del INE.
Todo esto, apunta el informe, traerá consigo una elevación de la tasa de dependencia demográfica, definida como el cociente entre las personas de más de 64 años y la población entre 16 y 64 años, que pasará del 31% en 2022 al 53,7% en 2050, con un ligero descenso a partir de ese momento.
Utilizando datos históricos de la relación entre población en edad de trabajar, población activa, afiliados y déficit sobre PIB de la Seguridad Social, el informe proyecta los afiliados adicionales necesarios para alcanzar déficit cero en el futuro, así como el porcentaje que sobre la población activa supone la diferencia entre afiliados adicionales y parados.
El escenario central, que parte de una tasa de paro del 7% y un déficit del 4%, apunta a que en 2050 serían necesarios 6,38 millones de afiliados adicionales para que no hubiera déficit contributivo. Dado que el número de parados estimados entonces sería de 1,58 millones, harían falta 4,8 millones más de afiliados adicionales, que suponen un 21,33% de la población activa. En 2070 la situación mejora ligeramente, aunque en el escenario central harían falta 5,77 millones de afiliados adicionales.
"La magnitud de estas cifras nos da idea de la dificultad para conseguir un déficit cero mediante el incremento de cotizantes. La situación de partida del sistema de pensiones es preocupante, pero las proyecciones de déficit futuro aún son peores. Excepto en 2030, se necesitaría un número adicional de afiliados que incluso sería superior al número de parados", concluye el estudio.