La Farruca se refugiará en la herencia familiar para desplegar las virtudes de su baile hoy en su vuelta al Festival de Jerez en su decimocuarta edición. La presencia de uno de los miembros de esta singular saga será uno de los principales atractivos artísticos en la Sala Paúl, dentro del Ciclo Con Nombre Propio.
Rosario Montoya Manzano La Farruca representa una línea artística que tiene al baile como fuente de inspiración, de modo que siempre se espera que surja el momento mágico para el disfrute de un público afín a estas claves flamencas. Para ello, se apoyará en el cante de Mara Rey, Piquina y Pedro Heredia y en la guitarra de Juan Requena.
Bailará por palos que conforman la base musical del flamenco, además de apoyarse en otros, donde siempre ha demostrado su buen manejo sobre el escenario. Para inspirarse, “me sirve más un cante que una guitarra”, indicó. Ello explicaría la variedad de cantaores en su cuadro artístico en detrimento de la guitarra.
“Respetamos más al baile que a nosotros mismos”, señaló La Farruca al hablar de la relación que su familia mantiene con esta disciplina. Una disciplina que ella aprendió de su padre –el gran Farruco– y que sus hijos –entre ellos, Farruquito– continúan con notable éxito.
“Mis maestros fueron mi padre y mi marido. Ahora, son mis hijos”, apuntó. No obstante, reconoció que “siempre está aprendiendo”.
Su vuelta a los escenarios se produjo hace ya varios años tras su retiro voluntario con motivo de la muerte de su marido Juan el Moreno. Volvió a sentir el calor del público con Gitanas y, posteriormente, presentó De Farruca a faraona (2008), una propuesta donde también estaba involucrada su hermana La Faraona.
Pese a que el flamenco lo tenía tan cerca, siempre ha reconocido que “me costó mucho ser artista, mucho llorar y sufrir”. Ahora, en cambio, se alegra. Hija del legendario Farruco, se cría en el mundo del baile, compartiendo escenario con los mejores artistas flamencos de su época: El Güito, Manuela Carrasco, Angelita Vargas...
Ha sido protagonista de obras como Andalucía flamenca, Persecución, Flamenco puro, Amante o Bodas de gloria. Acompaña a su hijo Farruquito en su primer espectáculo Raíces flamencas, que se estrena en el Royal Festival Hall de Londres en 1997 y con el que alcanza un gran éxito en Barcelona, Madrid y Japón.
Posteriormente, también le acompaña en su primera gira por Estados Unidos con el espectáculo Farruquito y familia, donde la crítica americana la destaca como “una mujer de gran voluptuosidad en escena, cuyo baile es una continua invocación a las musas”.
Bailaora de fuerza, baila perseguida aún por la sombra del maestro. En su vida ha bailado siempre por encima de su historia y, tras tres años de luto por la muerte de su marido –Juan El Moreno–, vuelve en 2005 a los escenarios como cabeza de cartel, acompañada por artistas de la dinastía como su hermana La Faraona, su hijo Farruco y su sobrino Barullo.
El XIV Festival de Jerez continúa su peregrinar artístico por cada espacio escénico destinado a acoger cada una de las cincuenta actuaciones que se desarrollan entre el pasado 26 de febrero y que se prolongará hasta el próximo sábado 13.
Por lo pronto, aún nos quedan por delante una serie de eventos que resultarán, casi seguro, del agrado del respetable, salvo excepciones que siempre acompañan a las obras que, de antemano, generan una enorme expectación. De aquí al epílogo del certamen de baile flamenco y danza española quedan noches interesantes que conviene seguir muy de cerca.