La delegada provincial de Educación de la Junta en Almería, Francisca Fernández, ha pedido "responsabilidad" a las familias de escolares del centro público rural Lusor, de Sorbas, para que cesen su protesta y envíen a sus hijos a clase, cuestión que no hacen desde que se iniciara el curso escolar el pasado lunes.
En declaraciones a los periodistas tras la inauguración del curso en Secundaria en un acto en el IES Alhadra, Fernández ha asegurado que es "consciente" de las "necesidades" del centro educativo. Asimismo, ha indicado que las reformas que precisa el colegio rural "están contempladas y recogidas en los informes técnicos" después de "atender las peticiones" el pasado año tanto del director del centro como de las familias de alumnos del Lusor.
Las futuras obras, según ha precisado, están "programadas" en el Plan General de Inversiones Educativas, pero se ha de "atender a las necesidades de escolarización y priorizar" y la intervención en el colegio de Sorbas no está calificada como urgente, a tenor de los informes técnicos.
Una de las principales reivindicaciones es la permanencia de placas de uralita en el techo del inmueble al que acuden cada día doce menores de Sorbas. Educación cuenta con un "informe" al respecto y se procederá a la "retirada progresiva" de este material contaminante. "Sus preocupaciones y peticiones son comprensibles, pero no existe actualmente riesgo para la salud", según Fernández.
Los escolares acuden cada día desde el lunes de 9 a 14 horas al centro educativo, pero se quedan a las puertas como medida de protesta. Familiares han enviado queja al Defensor del Menor de Andalucía y le explican la motivación de las medidas reivindicativas adoptadas. "Los niños tienen que estar al margen del conflicto y deberían estar en clase desde el lunes", ha valorado Fernández.