El Aula Magna de Capuchinos acogerá el próximo sábado, 30 de mayo, la presentación del nuevo libro de Rafael García Medina, que, bajo el título “Las campanas de Alcalá la Real”, es un auténtico compedio del patrimonio de este tipo de artefactos de percusión con que cuenta nuestra localidad. “Muchos me han preguntado el porqué de un libro de campanas, a quién podía interesar esto -reconoce el propio autor- de chico quería ser campanero, creo que fue entonces cuando nació mi interés por las campanas; durante años casi se convirtió en obsesión el buscar y recopilar cualquier dato relacionado con la campanología”, reconoce, haciendo memoria sobre el ingente trabajo que hay detrás de la obra que ahora sale a la luz.
“Era preciso documentar e inventariar nuestros bronces para valorar su interés. Somos herederos de un impresionante patrimonio campanil que había que dar a conocer, no se valora lo que no se conoce”, apostilla.
“Desde la más antigua fechada en 1588 hasta la última del 2007 hemos inventariado 45 campanas. Algunos ejemplares son piezas excepcionales, de enorme valor tanto histórico como artístico que deberían exponerse en algún lugar. Al contrario de lo que se piensa, las de la Iglesia Mayor de la Mota no son las más antiguas, la de Santa Ana, por ejemplo, es muy anterior. Ha sido mi mayor empeño el dar a conocer este impresionante patrimonio. Habría que iniciar expediente para declarar el conjunto de campanas históricas, Bien de Interés Cultural.
Las campanas alcalaínas no fueron, en modo alguno, ajenas al devenir histórico de Alcalá la Real. Muy al contrario, fueron y son testigos y protagonistas de cada uno de los grandes acontecimientos. Sus sones son el latido de la ciudad, la música que ha ido marcando los momentos más trascendentales. Fueron las anunciadoras de celebraciones y acontecimientos tanto civiles como religiosos. Las campanas son capaces de transmitir emoción, tristeza, nostalgia, no son sólo las voces que sirven para llamar a los oficios divinos.
El libro, que ha sido financiado por el Área de Patrimonio del Ayuntamiento de Alcalá la Real, “que desde un principio mostró su interés en que esta obra viese la luz”, ha sido “mimado en cada una de sus páginas”, como reconoce el propio Rafael García Medina. “Es un riguroso trabajo de investigación, serio y difícil, a la vez que apasionante, complementado con un importante aporte gráfico, que me ha llevado casi diez años. Digo difícil porque la documentación conservada es escasa. Los archivos y libros de fábrica de las iglesias desaparecieron en diversas circunstancias. Ha sido ardua la labor en el Archivo Municipal y otros, pero la mayor parte de la información procede de un exhaustivo trabajo de campo, en el que se han recogido los datos directamente -in situ- de cada una de las campanas, lo que me ha permitido conocer en profundidad cuanto encierran”.
“El libro es hermoso y dilatado -dice acerca de la obra el cronista oficial de la ciudad, Domingo Murcia- y no se conforma con los bronces de los campanarios, sino que ratona por los más escondidos rincones de las iglesias y conventos, orientándose con el tintineo de las campanillas o complementándose con otras piezas deudoras del mundo de la campanología. En este auténtico tratado y catálogo vamos a encontrar lo habitual y lo extraordinario, que va desde los orígenes históricos a los fundidores, de los contratos a la iconografía, de las inscripciones a los maestros más sobresalientes de este arte... Es muy acertada la inclusión de los oficios complementarios y los actos en torno a la vida de las campanas. Y no menos entrañable el recuerdo de los toques y el significado de su mensaje”.
“Temía García Medina -termina reconociendo Domingo Murcia- como muchos de nosotros, sus amigos, que el tema de las campanas pudiera captar la atención general del público lector, pero estoy por asegurar que se va a producir todo lo contrario. Desde que salga a la luz este libro, va a aumentar el número de interesados y el deseo de conocer la microhistoria de nuestros bronces”.