Comparto en mi última columna del año mi lista de diez deseos del 2021 para Andalucía, que serán a buen seguro, en muchos casos, compartidos por la gran mayoría de la ciudadanía:
Uno - Por encima de cualquier anhelo, sueño con que superemos la pandemia y que la Covid deje de arrebatarnos vidas, sueños, ilusiones, proyectos, libertad, abrazos, risas y lo más cotidiano de nuestro día a día.
Dos - Quiero que Andalucía vuelva a la senda de creación de empleo que le permita recortar el diferencial de paro y riqueza que nos separa del resto de España.
Tres - Ansío que las relaciones económicas, sociales y afectivas entre gibraltareños y campo gibraltareños sufran lo menos posible los posibles embates de un Brexit cada día menos comprensible.
Cuatro - Para esta comarca gaditana y para toda Andalucía, sueño con el impulso definitivo para la conexión ferroviaria Algeciras-Bobadilla que permitirá conectar por fin al puerto algecireño-el de mayor movimiento de España- con Europa a través del corredor ferroviario por el que trasportar sus millones de toneladas de mercancías.
Cinco - Espero también que descienda la insoportable polarización social, política y mediática que está corrompiendo la necesaria lealtad no sólo entre adversarios, partidos e instituciones, sino la convivencia y armonía entre familiares, amigos y conocidos.
Seis - Sueño con que el acento andaluz -el más rico e inteligente castellano del mundo, según Machado- deje de ser vilipendiado y menospreciado por ilusos supremacistas territoriales.
Siete - Deseo que siga habiendo altavoces mediáticos andaluces que cuenten Andalucía desde Andalucía y por andaluces, que ya sabemos lamentablemente lo que ocurre la mayoría de las veces cuando otros nos cuentan desde fuera desde el prejucio, el tópico, el desconocimiento o el dardo perverso interesado.
Ocho - Sueño con una Andalucía menos subordinada al pasado y a señas de identidad, siempre necesarias, pero que deben dejar de dominar permanentemente la escala de valores, los comportamientos y el devenir de la sociedad andaluza.
Nueve - Deseo que sean orillados los fóbicos y sus fobias hacia el diferente. A los intolerantes hay que darles su propia medicina: ninguna tolerancia con los racistas, xenófobos, homófobos y aporofóbicos.
Diez - Y, por último, permítanme mirar al terruño y a mis sentimientos gaditanos y cadistas para expresar mi deseo de volver a ver al Cádiz de nuevo en el estadio Carranza y, por favor, a ser posible en Primera División.
¡Feliz año Andalucía!