La Policía Local de Málaga denunció durante este fin de semana a 356 personas por el incumplimiento del uso de la mascarilla. Es el primero sin estado de alarma, durante el cual han dejado de regir algunas de las restricciones como la relativa a la libre circulación de personas en cualquier horario y se han ampliado los horarios de los establecimientos de hostelería, por lo que desarrollaron un dispositivo especial de refuerzo de seguridad la noche del sábado en zonas con previsión de mayor afluencia de personas “consiguiendo minimizar las posibles incidencias derivadas del cambio normativo”.
Han explicado, en un comunicado, que se han denunciado 6 establecimientos -uno el viernes y cinco el sábado- por exceso de ocupación de vía pública, no respetar horario establecido y el aforo en las mesas y, por la venta de alcohol a menores. De igual modo, un total de 28 actuaciones en domicilios particulares por avisos de exceso de ruido -11 el viernes y 17 el sábado-; y, entre la noche del viernes y del sábado, un total de 11personas han sido propuestas para sanción por concentración en la vía pública para consumir bebidas alcohólicas.
Además, la Policía Local ha denunciado a 69 por el incumplimiento del toque de queda establecido en la noche del viernes día 7 de mayo, último día con esta medida vigente. Por último, se han realizado controles de alcoholemia en diferentes puntos de la ciudad con un saldo de ocho denuncias por sobrepasar la tasa de alcohol permitida.
Las quejas en el Centro
“Aquí no ha pasado nada, ya se han abierto puertas y ventanas y volvemos a la insensata normalidad”, así de contundente se mostró en declaraciones a Viva Málaga Alfonso Miranda, presidente de la asociación de Vecinos Centro Antiguo tras los ‘excesos’ del fin de semana en el espacio histórico de la capital malagueña. Miranda recalcó que “ya estamos con la permitida toma de la calle por todo aquel que considera que la vía pública es suya y para expansión y divertimento”, pero, “no hay derecho de que pueda estar por encima de eso”, indicó.
A juicio del dirigente vecinal, “el permitir abrir el ocio nocturno hasta las 2 de la madrugada es la consecuencia directa del desmadre en la calle”, un problema que arranca, según él, del “inadmisible sometimiento, por parte de las autoridades, al dictamen del lobby que regenta y controla el ocio nocturno, hábilmente encuadrado dentro de la hostelería”.
Miranda considera que “ellos son en realidad los que mandan, y habiendo negocio por medio, todo lo demás NO importa, incluidos los derechos de los vecinos”.
Desde Centro antiguo aseguran que “este fin de semana, ha sido uno más de los habituales a los que estábamos acostumbrados en la anterior ‘normalidad’, o sea, gritos, cantos, botellas rotas... entre otras lindezas”.
Miranda asegura que “se ha hecho ley de que la calle es para eso”, pero “en una sociedad democrática, los derechos constitucionales de los ciudadanos deben ser custodiados por las autoridades competentes”, ya que “cuando eso no ocurre, se pone en manos de los intereses económicos de unos pocos, el destino de toda la sociedad”.
Por eso, en cuanto a las acciones a tomar, asegura que “todas las que podamos y nuestras fuerzas nos permitan, aunque esto es la lucha de David contra Goliat, pero, lo que nos da ánimo es pensar que... ganó David”.
También, desde esta asociación vecinal, Alejandro Villén asegura que “lo sabíamos desde hace un año, se ha aprovechado la pandemia para ir justificando lo de siempre, un centro sin normas, entregado a unos pocas con una sola actividad posible”. Villén se queja especialmente de que “ahora prorrogan la ampliación de terrazas, camuflada como solidaridad, cuando el control es nulo y se contradicen temas como la zona acústicamente saturada”, por lo que estima que “el terreno que han ganado en la calle va a ser difícil de recuperar” y resalta que “no hay espacio público, no hay vecinos, no hay vivienda; no tenemos libertad para vivir aquí”. Así, ironiza que “lo más gracioso es que antes eramos unos vecinos protestones, ahora todo el mundo ve el disparate”. Y concluye: “El verano que nos espera no va a ser bueno”.
El caso de El Romeral
Por su parte, Virginia Martín Simino, presidenta de la asociación de vecinos de El Romeral Contra el Ruido señaló a Viva Málaga que "La situación es básicamente la misma que había aquí antes porque aquí, durante el estado de alarma no se han respetado aforos de las terrazas, no se han respetado las distancias de seguridad ni entre los clientes ni entre estos y las personas que pasábamos por la acera, tampoco se han respetado las distancias de seguridad de las terrazas con respecto a las entradas del portal ni a las entradas a los parkings, de hecho, la entrada de nuestro portal que hace tiempo que tiene una reja, se ha convertido en el fumadero de tabaco de los clientes que están en las terrazas, de forma que a los que fumaban, para entrar y salir del portal había que pedirles permiso para que se quitaran de en medio y atravesar por en medio de las aglomeraciones de gente que fumaba".
Ahora recalca que "tenemos más de los mismo y lo único, que no tenemos toque de queda y la gente puede seguir danzando por las calles el tiempo que quieran, tampoco hay mascarillas en las terrazas ni las había antes ni las hay ahora, que tiene que mantenerse puesta y solamente se puede quitar cuando estés comiendo y bebiendo, pero aquí nadie las tiene, y seguimos con gente que se besa, se abraza, que canta, que baila, es decir, que en nuestro barrio, salvo la limitación horaria, que es lo que nos ha permitido descansar un poco y dormir por las noches, la actividad ha sido la misma antes de la pandemia, durante la pandemia cuando no ha habido confinamiento total, y después del estado de alarma y durante este, lo mismo se ha desarrollado hasta las diferentes limitaciones horarias".
La valoración del alcalde
El alcalde, Francisco de la Torre, ha esperado que “impere, en general, la responsabilidad y sensatez” una vez pasado “el estallido, la euforia de un primer momento” tras finalizar el estado de alarma y “pensar, equivocadamente, que todo está superando, porque no lo está, tenemos que superarlo con el esfuerzo de todos”.
Ha reconocido, no obstante, que lo que ha ocurrido este primer fin de semana tras el estado de alarma le preocupa pero lo ve como “una primera reacción equivocada, de decir que ha cambiado todo, y está todo superado”. “En absoluto, la realidad es muy tozuda y los datos están ahí”, ha advertido De la Torre, que ha insistido en que “ahí está la solidaridad, la reacción que tiene que haber”. “Estoy convencido de ello", ha dicho el regidor, recordando que la Policía Local ha actuado este fin de semana “con la misma profesionalidad, intensidad de trabajo”.
Ha explicado, en este punto, que se han puesto un “número importante” de sanciones en relación con mascarilla o reuniones “excesivas en número”, entre otros.