Estas son algunas conclusiones del estudio sobre Hábitos de la Conducción de la segunda aseguradora de automóviles de España, en el que se analiza la conducta de los automovilistas españoles a través de un informe comparativo en diez países europeos, que ha sido presentado por el director de comunicación de Axa, Josep Alfonso.
El informe se ha llevado a cabo a partir de 8.000 entrevistas telefónicas a conductores de esos diez países: Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, España y Suiza.
Los encuestados españoles, a tenor de lo que han contestado, clasifican a sus compatriotas como los mejores conductores de Europa, detrás de los alemanes, una idea que no comparten el resto de países, ninguno de los cuales nos sitúa como tales.
El estudio detalla la percepción de la seguridad vial de los conductores españoles, un tercio de los cuales defiende una nueva norma que prohíba conducir con cualquier grado de alcohol en sangre.
Los españoles sitúan como prioritario la toma de conciencia sobre los peligros que conlleva la conducción (61%), y en su conducta ha tenido un gran impacto la instalación de radares de velocidad (56%).
Un 51% asegura que está influenciado por las campañas preventivas, pero lo que más les pesa a la hora de poner freno a las conductas peligrosas son los controles de tráfico y no su propia capacidad para ver los peligros.
Esta tendencia supera en España la media europea, así un 56% reconoce que uno de los motivos que ha hecho variar su actitud son los controles de velocidad y un 52 que se han visto influenciados por una aplicación más estricta de la ley.