Vamos de modernos por llevar unos jeans con rotos estratégicos, bambas y chaqueta bomber, pero seguimos viviendo en la sociedad del patriarcado. Aunque ha descendido la cifra de los matrimonios contraídos, se siguen celebrando. Somos esclavos de lo que dicta la sociedad, casándonos porque el reloj biológico ha llamado a nuestra puerta y queremos tener hijos dentro del matrimonio, ya tenemos hijos pero por seguridad y mayor grado de compromiso por parte de ambos miembros de la pareja, porque como en mi caso o tenía hijos o me casaba esta presión por parte de mi pareja me llevó a casarme, porque vende más ser un hombre casado porque te representa fiel, honesto y asentado mentalmente. En el caso de una mujer sería totalmente opuesto porque no interesa que tenga tal grado de compromiso para que se dedique en cuerpo y alma a su trabajo, como si esto la dañara, de ahí que vivamos aún en la sociedad del patriarcado y de la desigualdad, el reconocimiento social en el caso de las féminas por parte de su pareja masculina y por seguridad de tener a la pareja amarrada metafóricamente. Pero definitivamente ninguno de estos posibles motivos están relacionados con el amor, siendo realmente la única razón de peso por la que dos personas unen sus vidas.
Todavía hay mucho romántico empedernido suelto que piensa que el matrimonio es el culmen del romanticismo, pero la experiencia al estrellarte de bruces contra el suelo te hace reflexionar de cuáles son las razones reales para terminar en “Un Felices para siempre” o “Comieron perdices”. Por ello, asegurémonos de que las razones por las que deseamos ser uno sólo sean pertenecientes al amor, porque este sentimiento saca lo mejor de cada uno de nosotros, nos lleva a razones que sólo el corazón entiende y no son del ámbito de la razón. Por eso cásate si...
-Queréis comprometeros: el compromiso de compartir una vida con la persona que amamos, construir una vida juntos, respetarse y cuidarse mutuamente, sin tener por qué tener hijos. Es decisión de ambos.
-Mejora la salud y la autoestima: un proyecto de vida feliz común, de pareja estable enamorada mejora notablemente la autoestima y fomenta tener mejores hábitos, o que se refleja en la salud y el bienestar.
-Apoyo en las dificultades: confiar ciegamente en nuestra pareja, refugio y contención el uno del otro, sin ser dependientes, convertiros en esposos, amigos y amantes hace que el apoyo vaya más allá de las cosas positivas o negativas. Estaréis por ello en las buenas y en las menos, porque la vida juntos es más fácil y con ello más fácil de superar las adversidades juntos de la mano.
Si os sentís presionados, social, familiar o por la pareja sabéis que es una decisión que estará abocada al fracaso. Es un momento único y especial, aseguraos de no hacerlo por las razones equivocadas.
