La multiplicación de los contagios y su efecto disuasorio sobre la llegada de turistas extranjeros y el impacto negativo en la confianza de empresas y consumidores ha llevado a Funcas a empeorar la previsión de caída del PIB hasta el 13% en 2020 en España. La Fundación de las Cajas de Ahorros no ha ajustado aún sus previsiones para las comunidades, pero María Jesús Fernández, economista senior de la entidad, admite que Andalucía es toda una incógnita.
La región, explica, quedó encuadrada en el conjunto de autonomías que se verían menos afectadas por la crisis, con una caída del crecimiento económico del 8,8% en este ejercicio. En el extremo, con una rebaja de hasta el 11,3% se situaban Baleares, Canarias, Cataluña y Madrid, de acuerdo a las primeras estimaciones, publicadas en junio.
El estudio indicaba que Andalucía no resultaría tan perjudicada por el elevado peso de las administraciones públicas así como por contar con una industria de menor contenido tecnológico. Jugó a favor el peso de la industria agrolimentaria, que permitió recuperar terreno perdido durante el confinamiento y, durante el comienzo de la desescalada, junto a Baleares, lideró el rebote en la evolución de la afiliación a la Seguridad Social.
Sin embargo, María Jesús Fernández advierte de que “parece que esa fase de recuperación se ha interrumpido”. “Si no hay un nuevo confinamiento, ya deberíamos haber tocado fondo, pero la mala evolución del empleo en el último trimestre -advierte- no permite un diagnóstico claro”.
Andalucía cuenta con un 3,5% menos de cotizantes con respecto a febrero. Por otra parte, ni los afectados por los ERTE ni los autónomos que perciben la prestación por cese de actividad cuentan en las estadísticas oficiales como parados. “Esto camufla el impacto en el mercado laboral”, añade la economista.
La impresión, no obstante, es que la elevada tasa de temporalidad (35,3%), y el reducido tamaño de las empresas (el 97,7% son de menos de 20 asalariados o sin asalariados) pasan factura con la destrucción de puestos de trabajo.
Pero, explica, estos elementos estructurales “también permitirán una recuperación más rápida si se eliminan las restricciones, con la contención de rebrotes o la llegada de la vacuna a finales de año, así como si se mantienen los tipos de interés bajos, una política fiscal expansiva por las medidas de apoyo a las empresas y el incremento del gasto en línea con el plan europeo de recuperación.
En cualquier caso, advierte de que la economía andaluza no recuperará los niveles pre-Covid en “bastante tiempo”. España, según Funcas, recuperará un 7,9% en 2021, pero no dará por superada la crisis como pronto hasta 2023 o 2024