Nuevas simulaciones muestran que si Venus tenía agua superficial líquida desde el principio, entonces el planeta pudo mantener condiciones habitables durante casi 3.000 millones de años.
Los científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA aprovecharon los recursos de supercomputación de la
agencia durante varios meses para modelar una historia climática hipotética de Venus durante los últimos 4.200 millones de años. El modelado ayudó a los científicos a explorar si el planeta tuvo un clima similar al de la Tierra durante un período prolongado.
La comunidad científica planetaria está de acuerdo en que Venus y la Tierra se forman como planetas rocosos con estructuras geoquímicas similares y grandes cantidades de agua. A partir de ahí, las principales teorías sobre la historia de Venus divergen en dos caminos distintos.
A lo largo del camino uno, Venus inicialmente tiene una atmósfera de dióxido de carbono (CO2) y agua de vapor y un océano de magma que dura hasta 100 millones de años. Con un Sol altamente activo que produce muchos más fotones de rayos X y ultravioleta que ahora, la luz solar que llega a Venus divide eficientemente las moléculas de vapor de agua en hidrógeno (H2) y oxígeno (O). Dale a este proceso 100 millones de años, y todo el H2 se escapa al espacio y el océano de magma absorbe todo el O. Una vez que el océano de magma se enfría, Venus tiene una atmósfera sin agua y una superficie seca.
A lo largo del camino dos, Venus tiene la misma atmósfera de agua de vapor / CO2, pero su océano de magma dura solo unos pocos millones de años. En este período de tiempo mucho más corto, la mayor parte del agua de vapor se conserva. Cuando el océano de magma de corta duración se enfría, el vapor atmosférico se condensa en la superficie de Venus como un océano de agua líquida.
El equipo de modelado de GISS sigue el camino dos. Ampliando estudios previos de esta teoría, los investigadores ejecutaron 45 simulaciones diferentes con el modelo ROCKE-3D, una adaptación del modelo de circulación general de la Tierra GISS Model E2.
El modelo GISS Venus simuló topografías variadas (tomadas de mapas de radar de la misión Magellan de la NASA), configuraciones tierra-mar, tipos de suelo, presiones superficiales, composiciones atmosféricas, cantidades de luz solar (insolación) y tasas de rotación planetaria. La resolución espacial de todas las simulaciones fue de 1.513 por 1.210 kilómetros.
Cada simulación se ejecutó en 44 núcleos informáticos de la supercomputadora Discover del Centro de Simulación Climática de la NASA (NCCS). Los tiempos de ejecución variaron desde unas pocas horas para las simulaciones de 8 órbitas hasta 2 meses para las simulaciones de 3000 órbitas. Estas simulaciones cubrieron colectivamente épocas del pasado, presente y futuro de Venus.
Los datos de salida por un total de 13 terabytes se almacenaron inicialmente en el disco Discover en línea y luego se migraron al almacenamiento masivo NCCS. Los investigadores utilizaron el NCCS DataPortal para ayudar a distribuir sus resultados, informa el NCCS en un comunicado.