En declaraciones a Efe, Sánchez ha manifestado que se siente “doblemente afortunado” al recibir este premio, ya que lo primero que ha pensado al recibirlo “ha sido recordar a tantos compañeros míos periodistas, fotógrafos y camarógrafos que han perdido la vida en zonas de conflicto”.
“Varios de mis mejores amigos están muertos: Juantxo Rodríguez, en Panamá, hace ya veinte años; Jordi Pujol, en Sarajevo; Miguel Gil, en Sierra Leona; Julio Fuentes, en Afganistán; Ricardo Ortega, en Haití, y Julio Anguita y José Couso en Irak. Todos murieron haciendo su trabajo en esa especie de frontera entre la vida y la muerte”.
Gervasio Sánchez, que recibió el año pasado el Ortega y Gasset de Periodismo gráfico, ha manifestado “una gran sorpresa” al conocer la decisión del jurado, que le ha comunicado por teléfono la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y ha valorado que “me han dicho que soy el primer periodista que obtiene este Premio Nacional”.
“No tengo la más remota idea ni de quién me ha propuesto ni por qué me lo han dado”, pero considera “muy curiosa” su elección “porque estos jurados suelen ser elegidos por tener unos baremos muy abiertos, y quizá valoren propuestas más artísticas, pero estoy feliz de que me lo hayan dado a mí”.
El galardón, dotado con 30.000 euros, ha recaído en Sánchez por su aportación a la fotografía de reportaje y por “cómo a través de ella se dignifica a las víctimas fotografiadas, con una mirada particular que enaltece los mejores valores del fotoperiodismo”.
De su trabajo, Sánchez precisamente destaca “haber sido capaz de trabajar de forma continuada con determinadas temáticas y no conformarme con unas imágenes de impacto y sin continuar las historias”.
“Ya no sólo historias personalizadas, sino historias de lugares”, explica, y buena muestra de ello es el círculo que abre su primer libro editado en 1994, El cerco a Sarajevo, y que cierra con el último, donde repite, en 2009, las mismas imágenes tomadas entonces.
En ese mismo sentido, Sánchez recuerda que en 1995 se embarcó en el proyecto Vidas minadas que le llevó a seguir durante años a víctimas de las minas antipersonal.
“Es no conformarse con el trabajo del primer momento, es ir reponiendo las imágenes”, asegura.