"La guitarra no es la tierra, la guitarra no es la sangre, el toque es el talento", sentencia uno de los musicólogos convocados por Ramón Soler Díaz en la biografía que ha publicado de Francisco Gómez Amaya, Paco del Gastor, al que considera un guitarrista "de otra cuerda" y máximo exponente del denominado "toque de Morón".
"Paco del Gastor ha desarrollado de manera genial el inconfundible el toque de su tío Diego del Gastor al armonizar una música aparentemente sencilla pero de gran profundidad hasta alcanzar una personalidad propia", según Ramón Soler Díaz, flamencólogo, director de la Fundación Antonio Mairena y profesor de Matemáticas.
Soler ha dividido su "Paco del Gastor. De otra cuerda", publicado por la cordobesa editorial Almuzara, en seis capítulos, cada uno de los cuales lleva por título el nombre de cada una de las cuerdas de la guitarra.
De ese modo, el primer capítulo, titulado "Prima", comienza diciendo: "La piedra. Y Diego 'sentao' encima. Ese es el primer recuerdo que tengo de la guitarra", porque Soler ha optado por darle la voz al artista escribiendo su libro en primera persona y transcribiendo literalmente su peculiar pronunciación.
De ese modo, el autor ha tratado de ganar en fidelidad testimonial, respetando la integridad de las conversaciones mantenidas con el guitarrista y el relato de primera mano que Paco del Gastor le hizo sobre su vida, su afición y el recorrido del largo camino de su maestría.
En efecto, Soler ha puesto sobre papel "los recuerdos de toda una vida dedicada al flamenco" mediante la transcripción de una serie de entrevistas que le hizo al maestro entre la primavera de 2018 y agosto del año pasado.
Sobre su tarea, ha confesado Soler: "La verdad es que no sé por qué hago esto. Me lo he preguntado muchas veces ¿Es por salvar del olvido la memoria de los maestros o es por asomarse a otras historias, por vivir otras vidas, como la literatura?"
En efecto, capítulos de esta biografía, plagada de diálogos -por el modo de contar las cosas de Paco del Gastor recurriendo a la literalidad de sus recuerdos-, semejan los de una novela, otros los de un reportaje y, en general, los de unas memorias habladas, con personajes legendarios del flamenco como Fernanda de Utrera, Bambino, Camarón y Paco de Lucía.
También evoca el guitarrista su amistad con maestros como Sabicas y Niño Ricardo, su doble faceta artística como solista y de acompañamiento con cantaores como Mairena, Paquera de Jerez, Chano Lobato, José de la Tomasa y El Cabrero, entre otros, y la última etapa de su vida como profesor de guitarra del conservatorio de Morón de la Frontera (Sevilla).
A manera de conclusión, Soler ha convocado a dieciséis conocedores del toque de Paco del Gastor, desde la bailaora "Mariquilla" y el cantaor José de la Tomasa al pianista Misha Dacic y el guitarrista José de Pura pasando por el investigador de la guitarra flamenca Norberto Torres y el coleccionista de guitarras Ángel Luis Cañete, entre otros artistas y amigos del guitarrista.
Un guitarrista que con once años se sabía las siete claves y que de niño aprendió música además del toque porque su tío Diego le pidió al maestro Francisco Martínez Quesada, que dirigía una banda de setenta músicos: "Quiero que este niño lea la música como el que lee el periódico".
Lo que tantos años después le hizo recordar a Paco del Gastor: "La idea de leer música parece que no pero al guitarrista flamenco le influye. Abre tu percepción, te da otra visión de cómo escuchar y de cómo hacer música con la guitarra. Es que lo ves todo de otra manera. Vas andando y vas componiendo. Yo me he 'acostao' pensando en una falseta y me he 'levantao' y la he hecho. Y eso es por la música".