Padres del CEIP Ciudad de Jerez, en la avenida de Las Mandarinas, han denunciado la concentración de excrementos de perros a las puertas y en las proximidades del colegio, lo que obliga cada día a las familias y, especialmente, a los pequeños a sortear como pueden estas ‘barreras’. Lo peor de todo, tal y como alertan los padres, es que con las altas temperaturas, tal y como se quejan, el olor empieza a ser “insoportable”, sin contar con que se trata de niños pequeños que a primera hora van prácticamente dormidos y tienen que estar esquivando estas heces como pueden.
Desde la AMPA aseguran que esta situación no es nueva y ya hace unos meses en una visita de la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, le plantearon esta problemática, que se solucionó aunque de manera puntual. “Se lo comentamos y vinieron a limpiar toda la entrada con una máquina, pero ahora está todo igual otra vez y es verdad que los operarios de limpieza están en la zona, pero tampoco las retiran”, indican, conscientes de que están frente a un problema “que es de todos”, ante la necesidad de que los dueños de los perros y vecinos de la zona que paseen por allí recojan los excrementos de sus mascotas.
La ordenanza municipal en vigor contempla con sanciones de hasta 500 euros para los propietarios de mascotas que no cumplan con la normativa y no recojan las deposiciones de sus perros en la vía pública. De hecho, dicha normativa sobre Protección y Tenencia de Animales de Compañía y Potencialmente Peligrosos en vigor prohíbe la estancia de animales de compañía en parques infantiles o jardines de uso por parte de los niños, una prohibición perfectamente extensible a las puertas de los centros educativos.