El Arcos se encontró ante un rival joven y dinámico, el Córdoba B, en su vuelta a casa tras la derrota en tierras roteñas y, pese a gozar de buenas ocasiones para marcar, tuvo que remar a contracorriente durante toda la segunda parte por expulsión del central Joaqui nada más regresarse del vestuario, cuando el nueve del Córdoba Felipe se marchaba raudo hacia el portal de Lebrón en un balón largo que superó a la zaga del Arcos, que no tuvo otra opción que cortar en falta la carrera del cordobesista.
La salida obligada del campo de Joaqui dio paso una reestructuración de las líneas locales, pasando Alberto Durán al eje de la zaga. Lo demás casi no sufrió alteración, quedando Maqui arriba y dos líneas de cuatro por detrás y, sin embargo, en esa tesitura fue cuando se vio al mejor Arcos de la tarde ya que la primera mitad -como suele ser habitual- se redujo a una fase de tanteo y desgaste físico en la que apenas si hubo algo reseñable, como la jugada de José Antonio en el min. 26, que culminó el villamartinense -el mejor jugador del encuentro-, con un disparo al palo corto que rechazó Javi De la Fuente de puños, y con algún que otro sustito cerca del área local por pérdidas en la salida de balón. Y pare usted de contar, o sea, poco o nada que mencionar.
El golpe de efecto que produjo la salida del campo de Joaqui y la consiguiente inferioridad numérica dieron paso a un dominio territorial de los visitantes, que tuvo su primer reflejo en una ocasión de Cano en el min. 57 que el extremo mandó arriba de volea, y una acción defensiva de José Antonio evitando el desastre en el min. 63. El mismo jugador sufrió un ostentoso agarrón dentro del área cordobesista un minuto más tarde, que el malagueño Gutiérrez Pérez no supo sancionar ante la indignación de la parroquia local.
ZONA MIXTA. Alberto Vázquez, entrenador del Arcos C.F.: "Me quedo con trabajo de todos"
“Ha habido partidos en los que hemos hecho las cosas mejor, y al no llegar los buenos resultados y mermar la confianza, no hemos terminado de hilar el tercer y cuarto pase. En el segundo tiempo hemos tenido pérdidas que no han sido forzadas por el rival, sino por falta de confianza, algo que te va minando y que al final pasa factura. Por eso no hemos estado a gusto en el campo. A la hora de tener el balón, tampoco hemos estado finos porque al salir a la contra lo hemos hecho de forma individual, como la de José Antonio en el min. 26 o una arrancada de Alberto Durán y otra de Ángel, pero no terminábamos de dar tres o cuatro pases seguidos, que es lo que necesitamos. Empezamos bien los primeros minutos de la segunda parte realizando circulaciones, pero es que en el minuto dos nos llega la roja a Joaqui en el primer despeje de ellos, que lo cambia todo. Me gusta quedarme con lo bueno, con el trabajo que han hecho los jugadores en la segunda parte y con uno menos todo el segundo tiempo. Lograr el empate y hasta ganar con otra que tuvo José Antonio es de lo más extraño, porque ha habido partidos en los que hemos tenido más ocasiones y no las hemos convertido, al revés que hoy. Hay que quedarse con lo positivo: el trabajo que ha hecho el equipo con un hombre menos”.
Las arrancadas a la contra de los de Alberto Vázquez a punto estuvieron de dar fruto en un cabeceo de Álvaro Vega a centro de Rafita, que no estuvo tan fino como otras veces, pero tres minutos después, en el 69, una llegada de Samu por la izquierda con centro chut rechazado en primera instancia, habilitó a Álex Molina para fusilar de cerca a Lebrón. Parecía que el repliegue intensivo de los locales no serviría nada más que para encajar una derrota por la mínima, pero en el tramo final, tanto José Antonio como su hermano Álvaro crearon una ocasión que abortó el meta visitante, no así el cabezazo de Álvaro a centro de Robert en el 87’, que hacía honor a un Arcos enrabietado.