Más de setecientos efectivos de la Guardia Civil desfilaron ayer por las calles de A Coruña bajo una intensa lluvia, ante la presencia del ministro y de numerosas autoridades civiles y militares, durante el acto castrense que cerró la semana institucional de la Benemérita en esta ciudad.
Junto a Rubalcaba estuvo el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y también el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de A Coruña, Javier Losada.
La parada militar comenzó con la revista a las tropas, la imposición de condecoraciones y el discurso de Velázquez, en el que calificó de “imprescindible” la colaboración entre las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en el que aportó algunas cifras relativas a la actividad de la Guardia Civil.
Destacó los 327 millones que ha invertido el Gobierno en el último año en infraestructuras y material; la reducción del 1,9% de las infracciones penales; el incremento de efectivos en un 18% desde el año 2003, hasta alcanzar los 81.660 actuales, o el aumento del 40,4% en el número de delitos esclarecidos gracias al trabajo “abnegado” de los agentes.
Posteriormente, el ministro de Interior celebró en su discurso “el acierto” en la elección de A Coruña para la celebración del acto, una ciudad que calificó de “bellísima, milenaria y cosmopolita”.
Rubalcaba mencionó los éxitos de las 4.486 mujeres guardias civiles, que, dijo, “tienen que ser más”, así como del resto de agentes, todos “admirables y dignos de reconocimiento”, que, explicó, “es el significado que viene en el diccionario de la palabra benemérita”, empleada para designar a la Guardia Civil.
Asimismo, señaló que la capacidad de adaptación de este Cuerpo a los cambios sin por ello perder la esencia de sus principios es la “garantía de su éxito”.
El ministro tuvo durante su intervención un momento de recuerdo a las familias de los agentes fallecidos en acto de servicio “sin las que el instituto armado no sería lo que ha llegado a ser”.
Pérez Rubalcaba recordó también a las cuatro últimas víctimas de la banda terrorista ETA en los últimos meses y con las que la sociedad tiene “una deuda pendiente” por haber pagado con sus vidas su compromiso con la democracia.