El Centro Cerámica Triana de Sevilla acoge desde el próximo miércoles hasta el 31 de agosto la exposición 'Silencio... se sueña', de Mercedes Lirola, comisariada por Juan Ramón Rodríguez-Mateo e Iván de la Torre Amerighi y que se enmarca dentro del ciclo Contemporánica.
Basarse en los gestos y ademanes de la naturaleza en cuanto que creadora de formas conduce a Mercedes Lirola (Granada, 1964) a un proceso de síntesis que desemboca en obras "limpias, rítmicas, de una versatilidad líquida y de hondas lecturas sensoriales", según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
Hay algo de voluptuoso, de sensual en las formas que emergen de un imaginario feraz que, a pesar de ser abstracto, trae resonancias orgánicas del mundo vegetal: bulbos, ondas, ramificaciones o pliegues. La blancura en la obra de la artista, en combinación con cromatismos oscuros o agrisados que no hacen sino potenciar el color base, revela innumerables matices y tonalidades.
La decantación por la porcelana como material le permite asumir varias propiedades inherentes al medio. Por un lado, proporcionan una reivindicación de un campo hasta el momento relegado a la producción artesanal, decorativa, utilitarista o todas al mismo tiempo. Ello supone superar los formatos tradicionales de la escultura y avanzar hasta lo modular y lo instalativo.
En paralelo, el proceso de modelado le otorga un dinamismo lo que hace a sus composiciones superar el estatismo de lo escultórico, una aparente fragilidad y una morbidez que suma a las piezas valores táctiles que trascienden la visualidad a la que se circunscribe la plástica.
Así, la imperfección, en cuanto que asimetría de la forma, y la fragmentariedad nos hablan de unas estructuras naturales y genuinas que se reivindican rehuyendo de la férrea geometría racional con las que el ser humano quiere someter a la realidad.