Si numeroso gentío había en cada salida procesional del Martes Santo, no menos cantidad de personas había en San Pablo y alrededores esperando la salida de una de las hermandades más peculiares de Cádiz. Y es que al manto del Señor en el paso de misterio (que data ni más mi menos que de 1910) hay que unirle el curioso palio de malla que luce la Virgen de las Angustias, que procesiona acompañada por San Juan.
Además, gustó la Archicofradía especialmente a su paso por la plaza de Mina, un lugar por el que transcurría el cortejo hace varios años cuando regresaba a su templo. En esta ocasión, no obstante, lo hizo tras la salida, regalando de esta forma una de las estampas destacadas de esta Semana Santa.