Los movimientos de tierra que se están llevando a cabo por la ampliación del recinto de la refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa y el movimiento de camiones para el traslado de ese material a un vertedero habrían sido paralizados temporalmente a la altura del punto conocido como Negro Humno, según ha podido saber este medio, por el hallazgo de un material supuestamente contaminante y potencialmente peligroso.
A este respecto, la organización conservacionista Verdemar-Ecologistas en Acción reveló a VIVA, tras tener conocimiento de estos hechos, la presentación de una nueva denuncia ante la Junta de Andalucía, y -lo más llamativo- una petición de medición al Consejo de Seguridad Nuclear.
Desde el grupo conservacionista aclaran, a este respecto, que esa petición no implica que los materiales hallados están emitiendo radiación, si bien quieren corroborar que pudiera tratarse de elementos que, tras un determinado tratamiento -por ejemplo, fundición-, puedan emitirla. Previamente, Verdemar había presentado dos denuncias anteriores por vertidos.
“Desde este verano llevamos observando movimientos de tierra, camiones saliendo de allí con productos como hidrocarburos; y hace 6/7 días volvimos a denunciar por la posible rotura de una tubería”, señaló su portavoz, Antonio Muñoz, quien también manifestó que han denunciando la realización de estos trabajos sobre supuestos restos arqueológicos. También se han preguntado si existe licencia municipal para las obras, pues el proyecto está en información pública.
Tras consultar con fuentes de la compañía Cepsa, especifican que la empresa compró los terrenos hace un año y medio y que no han realizado “actividad alguna” allí, más allá del mencionado movimiento de tierras.
Según las informaciones recabadas por este medio, previo a la compra de los terrenos por Cepsa se han depositado materiales potencialmente contaminantes